Hoy en Calama nos miramos con un sentimiento de esperanza, pero no de aquella sólo emotiva, sino de verdadero convencimiento que podemos alcanzar mejores niveles de desarrollo y bienestar, para los que vivimos en este Oasis, para los que moriremos en esta tierra, pero también para los que llegarán mañana buscando oportunidades de todo tipo.
Desde esta inmensidad aspiramos a una atención justa de los poderes políticos y económicos, porque la necesitamos y la merecemos. Para nosotros no es suficiente que nos digan que nos han dado financiamiento para un proyecto "x". Sencillamente, exigimos un royalty, es decir, que se nos pague por lo que se extrae de esta tierra, ni más ni menos y que se establezca por ley.
Suficiente con los daños medioambientales que nos dejan. El enojo social crece; no estamos sólo para el sacrificio. Queremos un trato justo para este Oasis minero, este Oasis andino y cultural que se nutre de la historia de los antepasados, quienes con arrojo y honor defendieron esta tierra, tal como el notable ejemplo de aquellos soldados de 1879, que atravesaron las condiciones adversas del desierto ganando este terreno para Chile y beneficio de todo el país.
Si antes fue el salitre, hoy es el cobre, mañana serán las energías alternativas las que seguirán haciendo de este territorio un campo fértil, del cual se goce toda la nación. Es por eso que, a 137 años de la gesta heroica hoy demandamos un nuevo trato y preguntamos: ¿Qué sería de Chile sin Calama?, ¿Vamos a recibir algún recurso permanente en razón de lo que producimos?
¡Basta! No queremos ser más zona de sacrificio, aquí en Calama construimos y fortalecemos la patria todos los días, con el frío de la noche y el calor extremo de mediodía. Aquí está la polución, aquí está el tranque de relave minero más grande del país, aquí están las tortas de ripio, aquí nos secan el río.
Con todo, aún tenemos esperanza, les invitamos a cambiar esta realidad. En estos nuevos tiempos nortinos, pretendemos seguir edificando ciudadanía, participación e integración, valores tan esenciales para mirar con responsabilidad y optimismo nuestro futuro.
Esteban Velásquez Núñez,
Alcalde de Calama