La descentralización es una de las vías más certeras por las cuales nuestro país va a alcanzar un importante nivel de desarrollo. En ese contexto hace algunos meses, la Cámara Chilena de la Construcción firmó un importante convenio de colaboración con la Subsecretaría de Desarrollo Regional, con el objetivo de trabajar y contribuir en este tema.

Tal como especifica el documento -firmado en diciembre de 2015- el lanzamiento de la mesa nacional de trabajo debía llevarse a cabo en marzo de este año, hito que se concretó hace algunos días y que reforzó los puntos que ayudarán en el camino hacia la descentralización.

En primer lugar, se debe gestionar el fortalecimiento del capital humano encargado de la elaboración de proyectos que se postulan al Fondo Nacional de Desarrollo Regional; además se reforzará el mejoramiento de la cartera de iniciativas de inversión y por último se trabajará en la gestión eficiente de contratos de inversión pública.

Estos objetivos se irán materializando a través del desarrollo de las mesas regionales de trabajo, que a su vez derivarán en cuatro comités técnicos que serán los encargados de elaborar propuestas para ser presentadas y sancionadas en la mesa regional. Finalizado este proceso, todo este resultado se expondrá a la mesa nacional de trabajo de donde saldrán los proyectos pilotos que se pondrán en ejercicio durante el año 2017.

Toda esta labor da cuenta que cuando hay interés por lograr un bien común y a la vez se trabaja de forma ordenada, mancomunada y sistematizada entre el sector público y privado, los resultados son positivos para una ciudad, para una región y para un país.

De esa forma no nos queda más que poner nuestro esfuerzo y entusiasmo en este nuevo desafío para Chile, en este nuevo desafío que nos presenta una oportunidad única de hacer las cosas bien, de conformar equipos de trabajo que tengan el objetivo claro de acabar con la descentralización de nuestro país.

Juan González Beltrán,

Presidente de la CChC Calama

Las cifras de desempleo en Calama llegan a niveles alarmantes y no se ven muchas políticas públicas tendientes a combatir este problema. Quizás porque algunos aseguran que imprecisiones de muestreo hacen que las cifras se vean infladas pero que en la práctica el problema no es tan grave.

Cierta o no la anterior aseveración, quienes habitamos esta zona le damos credibilidad a las cifras oficiales y pensamos que es necesario tomar iniciativas que vayan directamente a enfrentar la falta de trabajo, porque el fin del boom minero ha afectado a todos los rubros por igual.

Entonces la mirada tiene que ser más amplia y acercar soluciones que puedan ser aplicadas con la inmediatez que se requiere. Sin que ello signifique olvidar la visión de futuro la que tiene mucho que ver con evitar la "cobredependencia".

Por el momento el gobierno está llamado a tomar medidas paliativas para que el 9,1% de desempleo pueda revertirse. Porque son más de 6 mil las personas y sus respectivas familias que están sin trabajo y buscando oportunidades.

Un análisis en terreno con la participación del municipio y de los diferentes estamentos relacionados al ámbito laboral, incluido los empresarios, servirá para realizar un diagnóstico y presentar vías de solución para los cesantes.

Esto más allá de las habituales recomendaciones de austeridad familiar y empresarial que siempre se hace en este tipo de escenarios económicos de desaceleración. Aunque también es claro que el gasto fiscal no puede decaer, porque es la esperanza de dinamismo para la generación de empleo.

Los especialistas y expertos tienen particulares salidas. Como por ejemplo, aumento de empleos en el aparataje público, apoyo y subvención para que las empresas aumenten su contratación y capacitar a los desempleados para que aspiren a nuevas plazas laborales.

Todas ellas válidas, pero en lo concreto el tema no ha sido abordado en profundidad salvo las intenciones aisladas del gobierno regional de organizar ferias laborales y de capacitación.