1 "Dios tenga misericordia de nosotros, y nos bendiga; Haga resplandecer su rostro sobre nosotros". ¿Para qué debemos pedir misericordia, la bendición y la gracia de Dios sobre nosotros? ¿Para qué debemos tener y esperar que Dios nos bendiga?
Natural es que pidamos esta gracia para todos los aspectos de nuestras vidas, pero el salmista es claro en mostrarnos la necesidad de desarraigarnos de nosotros mismos, de ser como Cristo, a quien no le importó dejar su condición de Dios, para convertirse en siervo para los demás.
La respuesta la vemos en el verso siguiente:
2. "Para que sea conocido en la tierra tu camino, en todas las naciones tu salvación". Para que sea conocido tu camino, ese camino angosto y muchas veces difícil de transitar, en que pareciera que es tan angosto que se torna intransitable de caminar en él, sin embargo en la medida que caminamos en él se va ampliando de misericordia.
Para que sea conocida la "Palabra", todas sus maravillas, todo ese derrame ilimitado de misericordia y perdón. Para que no sólo algunos sean salvos sino todas las naciones, todas las familias de la tierra. Para esto, venga la misericordia y la luz de Dios sobre nosotros. (Nosotros somos el medio de Dios, para que baje esa misericordia y gracia)
Hace unos días atrás, conversando con una persona, estaba muy afligida por alguien. Noté que ella tiene una oración escrita, que le venía justo a la medida para el momento que estaba pasando, le aconsejé que dijera esa oración. Ella me respondió que no estaba para ayudar a otros, que apenas podía mantenerse ella misma, como podía apoyar y orar por otra.
Le expliqué que en esto radica la misericordia de Dios, en que Jesús no escatimó en dejar su posición de Dios, para transformarse en un maldito, por amor al otro. Esto es el desarraigarse de sí mismo, desprendernos del "yo primero, y después si alcanza, el resto. "Un desarraigo que viene con adoración, alegría y contento para todos, que a la vez se traduce en dirección de Dios, en gloria y justicia.
Y al final: "La bendición viene para todos".
Sergio Lagos Luciano,
Pastor Evangélico