El jueves recién pasado la Cámara de Diputados aprobó en primer trámite constitucional el proyecto de ley que tipifica el delito de acoso sexual en lugares públicos. La iniciativa conceptualiza el acoso sexual callejero como aquel que se lleva a cabo en lugares públicos o de acceso público, y que consiste en una acción sexual distinta del acceso carnal, que implique un hostigamiento capaz de provocar en la víctima intimidación, hostilidad, degradación, humillación o un ambiente ofensivo.
Además se contempla la posibilidad de sancionar el acoso cuando éste fuera de carácter verbal o se ejecutare por medio de gestos, o a través de conductas físicas, tales como abordajes o persecuciones intimidantes, o bien, por medio de actos de exhibicionismo, obscenos o de contenido sexual explícito.
La iniciativa pretende avanzar en materia de respeto por un lado y sanción por otro, en todos aquellos casos donde se realicen actos de acoso que denigran la integridad física y psíquica de una persona, particularmente si se trata de una mujer. Pues ser mujer no tiene porque ser una carga ni debe ser algo incómodo, sino por el contrario, por tanto como sociedad debemos preocuparnos de este tema y dar a cada persona el respeto que se merece aún cuando camina libremente por la calle.
Muchos han hablado que se trata de exageraciones por parte de mujeres que no toleran un simple piropo, no obstante es importante tener presente que entre el piropo y la falta de respeto existe una línea muy delgada y que cada vez que una mujer se siente intimidada, degradada o humillada con esa simple acción, estamos permitiendo que se vulneren sus derechos como persona y como miembro de nuestra sociedad.
He de esperar que a través de este proyecto podamos hacer un verdadero cambio cultural, y dejemos de ver como normales conductas que dañan y menosprecian a otras personas, y que además pueden dar paso a otras circunstancias tan latentes en nuestro país como la violencia de género, el bullying y el mobbing o acoso laboral.
El proyecto ya se encuentra en segundo trámite en el Senado y de ser aprobado el delito, las penas variarán según el tipo de acto, desde multas hasta presidio menor en su grado mínimo.
Marcos Espinosa Monardes,
Diputado