El proyecto ampliación de la escuela D-48 nos dejó una gran lección: cómo no deben hacerse las cosas.
Y hablo en pasado -nos dejó- porque ya tenemos fecha para el reinicio y término de la obra. Así se lo hice saber a profesores, alumnos y apoderados del establecimiento en el encuentro que sostuvimos a media semana.
La noticia fue muy bien acogida porque pone fin a una pesadilla de años, pero sobre todo porque abre fundadas expectativas para que, culminada la obra, el proceso educativo se desarrolle a cabalidad.
De esta manera estamos cumpliendo el desafío que se planteó el gobierno regional del intendente Valentín Volta, cuando al iniciar su período se comprometió a sacar esta mochila que pesaba sobre los hombros de la ciudad.
Por eso, fue tan simbólico y emotivo, estar junto a los alumnos, docentes y apoderados, en las puertas del edificio a medio construir, porque se cierra un triste capítulo y se abre uno lleno de ilusiones para las nuevas generaciones.
Además, esta definitiva etapa de la D-48 lleva implícito el factor participativo, es decir, la comunidad escolar estará informada del grado de avance que presenten las obras.
Creemos que este sello participativo le da valor agregado a la gestión educativa, porque no se trata sólo de levantar un edificio o construir salas de clases. El proceso educativo debe trascender el aula y enriquecerse con la mirada de la familia y del barrio en que está inserto el establecimiento.
Precisamente, esta misma premisa la vemos en otro proyecto educativo, el Zeus Barrio de la escuela "Valentín Letelier", -proyecto priorizado del Calama Plus- donde los vecinos de la población "Gustavo Le Paige", aportarán su mirada al diseño del proyecto, acorde a la realidad del entorno
El tema es que nunca más queremos repetir la lección que nos dejó la emblemática escuela D-48. La moraleja es hacer bien las cosas, en orden, con planificación, responsabilidad y ganas,
A fin de cuentas, "a un niño no se le puede responder mañana; él se llama ahora", decía la Mistral.
Claudio Lagos Gutiérrez,
Gobernador de El Loa