Un complejo panorama vive la hotelería de la ciudad de Calama ante la abrupta caída de contratos mineros, la sobre oferta de alojamientos y la caída del precio del cobre que afecta a las mineras de la zona.
A tal extremo ha llegado la crisis que ya cuatro hoteles han dejado de funcionar por la escasa demanda que impide sostener los altos costos de un servicio de hotel que incluye mucamas, administrativos, contadores, recepcionistas, técnicos, entre otros.
Esto ha hecho insostenible el negocio y sobre todo poder mantenerlo en el tiempo ante la baja de pasajeros que se ha reducido hasta en un 80 por ciento en los casos más extremos.
Este es un panorama complejo para la hotelería, que debe buscar la manera de sostener los costos y un mínimo de pasajeros para funcionar. Incluso en el mes de mayo se han apreciado diversas ofertas con menores precios por estadías, principalmente en zonas turísticas del país.
En el caso de Calama, los dueños de hoteles manifiestan que se han perdido pasajeros extranjeros que quieren conocer los alrededores como el Alto El Loa o la mina de Chuquicamata, pero al no existir una oferta estable, los turistas pasan directo desde el Aeropuerto a San Pedro de Atacama.
De este modo, el escenario hotelero para Calama es incierto, sino se ve en el corto plazo una salida del complejo escenario económico de las mineras.
Si no hay oferta desde las empresas contratistas y mineras, y tampoco los turistas se quedan en Calama, la demanda es casi nula y debido a la alta oferta de habitaciones, está obligando a muchos dueños a cerrar sus hoteles y despedir a todo el personal.
Hay que considerar además que hay una oferta de hostales, residenciales y particulares que arriendan piezas en sus domicilios que también afecta.
Es de esperar que pronto pueda llegar una reactivación del negocio minero y que la ciudad pueda buscar otras alternativas económicas para potenciar la comuna, como podría ser el turismo en los alrededores de Calama.