Por mucho tiempo los caminos rurales de nuestra región eran quizás los más abandonados del país, de tierra y eran verdaderas odiseas pasar por ellos. Pero en los últimos años vemos un avance importante en mantenimiento, arreglo y pavimentación de rutas que son turísticas y claves para el desarrollo de la región.
Bastará recordar que antes para ir a conocer los géiseres del Tatio era una verdadera aventura, muchos vehículos quedaban atrapados y dañados por los malos caminos.
Hoy visitar la gran mayoría de los lugares turísticos de la provincia es expedito y gran parte de los caminos se encuentran pavimentados.
Uno de los últimos arreglos fue la renovación de la ruta B-355 que une a Peine con la ruta B-379 que va a Socaire y paso Sico, que quedó totalmente pavimentada.
De esta manera la conectividad aumenta, y permite que los turistas puedan ir conociendo sitios rurales cada vez más apartados.
Hoy perfectamente es posible llegar en automóvil a gran parte de los lugares, con caminos bien trazados, señalizados y de buen estándar de diseño.
Todos ganan con estas rutas, porque permite potenciar el comercio de los lugareños, además incentivar otras formas de turismo en la zona, mejorar la calidad de vida de los poblados, porque con buenos caminos podrán acceder a numerosos servicios.
Pero lo más importante es que podrán trasladarse en forma segura y sin riesgos de accidentes o volcamientos como ocurría hasta hace poco.
Aún quedan algunos tramos por mejorar, pero la gran tarea está hecha y permitirá que los habitantes de la provincia puedan desplazarse más fácilmente por ellas.
En la actualidad también se realiza una mantención a la ruta 25 que une Calama con la capital regional y que próximamente debieran iniciarse los trabajos de la doble vía.
Hasta el 2018 están los recursos para realizar trabajos de mejoramiento de caminos en la zona y de esta manera fortalecer las rutas de nuestra región.