Pablo Orellana G.
Lo que parecía ser una ruta más a cumplir, terminó siendo una experiencia bastante desagradable para un colectivero de 48 años, quien recibió un corte en la mano derecha por parte de una pasajera, quien se molestó luego de que el transportistas se negara a detenerse en un punto de expendio de bebidas alcohólicas.
Esta agresión se produjo la madrugada de ayer, a eso de las 01.10, en la intersección de calle España con avenida Independencia, luego que el chofer del colectivo accediera a trasladar a la mujer, su pareja y un bebé de dos años, quienes iban al interior del vehículo.
Agresión
Todo marchaba con normalidad hasta el momento de pasar por la intersección antes mencionada, donde la mujer le solicitó al conductor que se detuviera para realizar una compra en un expendio de alcoholes de ese punto en la población Independencia.
Ante la negativa, del conductor quien le expresó que el destino no incluía 'paradas'. La madre del niño se enardeció y sacó un objeto cortopunzante con el cual le propinó un profundo corte en la mano derecha, para luego en compañía de su pareja y el menor, bajarse del automóvil.
Atemorizado por lo ocurrido el transportista se dirigió a Carabineros para denunciar el ataque, los que rápidamente y a través de los efectivos del Cuadrante Dos, concurrieron hasta el lugar e iniciar el empadronamiento y la búsqueda de la furibunda pasajera.
Detención
Al llegar, y a los pocos minutos, la agresora fue identificada por el colectivero, quien la divisó al interior de otro vehículo en la intersección de avenida Independencia con calle Bolivia, por lo que los efectivos procedieron a su detención.
Dentro del protocolo policial tanto víctima y agresora fueron trasladados hasta el servicio de Urgencias para la constatación de lesiones; continuando con la identificación de ambos procedieron a establecer que la mujer de 32 años no presenta antecedentes penales ni órdenes de detención vigentes.
Por otra parte el personal policial que realizó el procedimiento no encontró el arma utilizada en esta agresión. Y al momento de su detención la mujer se encontraba sola, sin su pareja ni el menor que les acompañaba.
Un mal día, o quizá una equívoca reacción podrían explicar esta agresión, cuya víctima jamás pensó en cómo una de sus pasajeras, ante la negativa a detenerse y esperar que la mujer comprara el alcohol que necesitaba, terminara en la agresión por la cual deberá responder ante el Ministerio Público, sobre todo por el uso y aplicación de la violencia con lesiones.