Ajuste minero y los estragos en el empleo
La drástica disminución de costos en las empresas de la zona sigue golpeando a los trabajadores, dejando 7.254 personas sin empleo. Se requiere que las medidas de reactivación puedan conocerse pronto para reducir la tasa de empleo en la zona que es una de las más altas del país.
Uno de los problemas que deja al descubierto la crisis minera es la excesiva dependencia a una sola área productiva en nuestra región, lo que deja al descubierto que no hemos aprendido mucho para diversificarnos y buscar otras matrices como generar empleo en la energía renovable, un mejor aprovechamiento de nuestro mar, tecnología minera que pueda ser vendida a otros países productores, potenciar en serio el turismo en la provincia o definitivamente sacar más provecho a nuestro vasto desierto.
De acuerdo al INE la desocupación en Calama tiene a 7.254 personas sin trabajo, y que se ve reflejado en la drástica caída de empleos para empresas contratistas, la activación de tres mil subsidios de cesantía y unos tres mil currículos, muchos de ellos de profesionales, que se acumulan en la Oficina Municipal de Inserción Laboral.
El tema es complejo, porque se estima que la crisis no está cerca de terminar, y tampoco se ven planes efectivos para absorber mano de obra.
Dado que la crisis minera se mantendrá por un tiempo y que la reactivación económica podría llegar a principios del 2018, se necesitan no sólo planes para reducir costos, sino que también iniciativas que impulsen la economía, que generen fuentes de empleo, capacitación, creación de nuevos negocios, subsidios para quienes creen nuevas fuentes de trabajo y medidas macroeconómicas para impulsar la reactivación.
La activación de algunos proyectos de la minera Estatal también podrían ayudar a paliar la cesantía en la zona siempre y cuando se privilegie la mano de obra local.
Por otro lado no se deben desaprovechar oportunidades de negocios que se dan en la zona, como el caso de un plan para construir viviendas para clases emergentes en la ciudad y que curiosamente se declaró desierto porque no hubo oferentes. Y esta no es la primera vez que ocurre que no hay interés en determinadas licitaciones estatales.
Es de esperar que pronto pueda verse algunas medidas que sea efectiva para frenar el desempleo en la provincia de El Loa.