Ricardo Pinto Neira
Quedan dos piques exigentes en el trabajo físico, eso tras una intensa práctica de fútbol. Y en medio de ese agotamiento evidente, desde atrás de la fila de jugadores se escucha la voz de Arturo Sanhueza alentando a sus compañeros con un "vamos, vamos que queda poco. Después no nos va a parar nadie".
Esa mentalidad, la de un equipo ganador, que empezó a prepararse con tiempo y que se armó con un solo objetivo, el de conseguir el título de la primera B y conseguir el ascenso es lo que se respira por estos días en el club de campo naranja. Allí también se puede ver el protagonismo de Ezequiel Cacace, siempre dispuesto a aplaudir una buena jugada en los trabajos futbolísticos. O para alentar cuando se comete un error.
Si algo destaca el trabajo del equipo que conformó Carlos "Chifi" Rojas es esa fortaleza grupal. El plantel definió llegar más temprano y desayunar juntos para seguirse conociendo. Hay disposición a la doble jornada y los líderes naturales surgieron solos, sin necesidad de imponerlos. No solo Sanhueza y Cacace. Koob Hurtado es un ordenador defensivo en los primeros trabajos con balón, José Luis Jiménez es voz autorizada aunque lo suyo va más por distender las relaciones, estrechar lazos entre los nuevos y los que llevan más tiempo en Calama.
El espíritu de la plantilla es inclusivo y los jugadores lo saben. "Si hay algo que me ilusiona de esta campaña que iniciamos es lo que voy viendo del grupo. Hay súper buenas personas, todos tratamos de compartir, aparecen líderes como Arturo y Ezequiel que nos van a ayudar mucho y todos los días se está hablando del objetivo de subir. La competencia por los puestos se ve sana, los chicos del club se motivan por pelear un puesto y están subiendo su nivel", dice José Luis Jiménez, uno de los llamados a ser puntal de la campaña minera por subir a primera división.
La planificación
Cristián Eitel explica el exigente trabajo de la nueva plantilla como "una oportunidad no sólo para que Carlos Rojas vaya obteniendo respuestas en lo futbolístico, aunque él tiene una idea clara de lo que quiere, de los jugadores que trajo. Con el trabajo con balón durante todos los días, en vez de llevarlos a un gimnasio, se consigue que este grupo se vaya conociendo donde va a compartir todo el año, en la cancha. Y se nota un compromiso tremendo de los que llegaron, uno que ha ido contagiando a los nuevos, que transmite todos los días el objetivo principal que es hacerse fuerte y poner al club en el lugar que se merece".
El debut oficial loíno sería el 9 de julio ante Deportes Antofagasta como local y por Copa Chile. Queda tiempo para consolidar un plantel que ya está formado. Y parece ir por el buen camino.
Servín entrenó
Bibencio Servín se incorporó a los trabajos del primer equipo apenas llegó a Calama y ya siente el optimismo de la plantilla. "A la mayoría los conozco porque los enfrenté y se nota que la idea es una sola, la de ascender. Lo principal es que acá se ve un grupo muy consciente del desafío que tiene. Y cuando el grupo es bueno, casi siempre se logran objetivos", dijo.
Llegó el centrodelantero