Pablo Orellana G.
Una valiente y a la vez temeraria acción protagonizó un anónimo ciudadano que presenció cómo un delincuente de 29 años intentaba vulnerar una céntrica distribuidora de alcoholes de calle Tarapacá. Sin pensarlo dos veces y al percatarse que el antisocial, al verse descubierto huyó del lugar, le siguió en su vehículo hasta el sector poniente de Calama.
Al llegar a la esquina de calles Vargas con Aldunate, desde el vehículo que era utilizado por el antisocial, descendieron dos mujeres, instante que fue aprovechado por el audaz testigo para reducir y sacar al delincuente del automóvil en que iba.
Traslado
Pero no todo fue persecución y la retención del individuo que intentó momentos antes robar al interior de la distribuidora de alcoholes. Esto porque tras dar aviso a Carabineros, el propio y anónimo testigo se encargó de trasladar al antisocial hasta la Primera comisaría de Calama, donde dejó al escurridizo delincuente, a quien se le constataron antecedentes policiales y penales.
Este insólito y a la vez temerario acto realizado por un 'civil' podría ser catalogado como un hecho 'heroico', pero desde Carabineros recalcaron que si bien "esta situación es loable por el desinterés y por atreverse a realizar una detención ciudadana, también tiene tremendos riesgos en su proceder", explicaron.
Esto último porque existe siempre la posibilidad de que el delincuente cuente con armas que terminen lesionando o causando un mal mayor a quien se atreva a realizar una retención o detención, que puede ser de extrema peligrosidad.
Consideraciones
Otro aspecto advertido por Carabineros guarda relación con el hecho de que "en el intento por detener a un delincuente sorprendido de manera flagrante en un acto ilícito, puede terminar en que quien realiza esto acto vulnere los derechos de quien ha cometido un delito. Esto porque le podría agredir o bien causar lesiones que terminen afectando a la persona que precisamente busca que las autoridades hagan justicia".
En cuanto al detenido, éste pasó a control detención por parte del Juzgado de Garantía de Calama y deberá comparecer por intentar vulnerar el local de distribución de alcoholes, hecho que fue constatado por personal del cuadrante Uno de Carabineros, los que efectivamente pudieron observar los destrozos ocasionados por el hampón.
Por otra parte y tras entregar al delincuente de 29 años a Carabineros, el desconocido 'civil' se retiró de la Primera Comisaría, sin dejar mayores antecedentes sobre su persona, transformándose en un anónimo colaborador del orden público y a quien por el momento no podría entregársele el crédito por su valiente acción.
Situaciones como esta, donde se conjugaron la valentía y la temeraria acción de una persona que no dudó en colaborar con el afectado por esta situación, son hechos que revisten riesgos que podrían terminar en lesiones de gravedad, muerte o agresiones innecesarias. De igual forma destaca que lo haya logrado con éxito, y más aún sin generar otro delito asociado a la detención de un hampón que jamás imaginó que un conductor sería quien terminara por ponerle ante la justicia y sin más interés que colaborar, apoyar o anticiparse a la acción de Carabineros.
De todas formas su gesto y acción dan cuenta que existen 'héroes' anónimos y con un alto sentido del orden y la seguridad pública.