Proceso constituyente
El "proceso constituyente" empezó justo después que los escándalos de corrupción de izquierda, centro y derecha remecieron al país. En vez de enfrentar el problema de fondo la Presidenta Bachelet intentó hacer creer a los chilenos que este flagelo se elimina con una nueva Constitución, y ya hay muchos repitiendo "No más corrupción; nueva Constitución". Para tal efecto el Gobierno nombró, no democráticamente, a un Consejo de Observadores, quienes como dijo su presidente, son "un grupo de personas nombradas a dedo, casi todos hombres, casi todos capitalinos, y casi todos abogados". O sea, la solución de Don Otto.
El Gobierno esperaba que las masas se volcaran a los cabildos. No ha sido así; tanto que para que éstos funcionaran el Consejo de Observadores tuvo que bajar de 15 a 10 el número mínimo de personas participantes.
Pienso que quienes deben proponer en conjunto a los chilenos una nueva Constitución son los tres poderes del Estado: Ejecutivo, Legislativo y Judicial, los que, con los mecanismos que acordaren, estudien una nueva Constitución, nombren las comisiones de estudio pertinentes, las que emitirán un informe que una vez aprobado sea sometido a un plebiscito en que participe el pueblo de Chile.
Eso es democracia representativa: todos los poderes del Estado funcionando.
Cualquier otro procedimiento me recuerda el triste precedente de Venezuela.
Los resultados están a la vista.
Mauricio Pilleux Dresdner
Alto en alucinógeno
Falta etiquetar los papelillos de droga con: "Alto en alucinógeno adictivo."
Marcos Concha Valencia
Dimensión del triunfo
El año 1959 Argentina ganó su Copa América número 12, el competitivo torneo fue jugado por 7 equipos, la copa que se jugó el año 1925 también ganada por los trasandinos tuvo 3 participantes.
Argentina en 57 años ganó el mismo número de copas América que Chile logró en 2 años. Lo logrado por nuestros muchachos es titánico, disfrútenlo.
Gerardo Rueda Rodas
Mujeres y ciencia en Chile
En un Chile donde hablar de equidad se ha vuelto cotidiano, pero donde la realidad nos muestra que la equidad de género no es efectiva, la ciencia no es la excepción. Si bien en la obtención de becas de doctorado las cifras entre hombres y mujeres son más cercanas (un 56% para hombres y un 44% para mujeres), en la adjudicación de proyectos FONDECYT Regulares la brecha es gigantesca: un 63% para hombres y un 22% para mujeres.
Esto nos indica que algo está pasando cuando las mujeres que decidimos hacer un doctorado comenzamos una carrera académica, ya que desistimos de mantenernos como investigadoras responsables de proyectos científicos. Nuestro aporte en la ciencia es innegable, porque somos científicas que tenemos ideas y enfoques que pueden aportar mucho al crecimiento de la sociedad en esta área.
Ser científica y madre no es una tarea fácil, pero las mujeres científicas tenemos claro que esto implica un esfuerzo adicional para cumplir con nuestro desarrollo profesional y estamos dispuestas a hacerlo. Pero para esto la sociedad tiene que estar preparada, debe hacer un ambiente laboral acorde e impulsar iniciativas que nos permita desarrollarnos plenamente y aportar de la mejor manera posible.
La sociedad chilena en todos sus ámbitos debe entender que la maternidad no tiene que ser una desventaja, lo que de a poco se vislumbra con científicas dirigiendo la Academia Chilena de Ciencias y el Consejo Superior de CONICYT. Esperamos que con su mirada aporten al crecimiento y así permitir que las niñas chilenas comiencen a soñar con descubrir una nueva estrella y con encontrar la cura al cáncer, y no desestimen en el camino que pueden llegar a cumplir sus sueños en nuestra sociedad, siendo científicas y madres.
Dra. Berta Henríquez, académica U. San Sebastián
Crisis en Venezuela
Un portavoz chavista anuncia que el Gobierno de Venezuela estudia pedir la disolución del Parlamento. Didalco Bolívar ha revelado la propuesta acompañado de directivos del PSUV, el partido que lidera el Ejecutivo.
Prosigue la deriva autoritaria en Venezuela. De confirmarse la noticia, sería la evidencia del desprecio absoluto del chavismo por la legalidad democrática y su incapacidad para coexistir en una coyuntura en que no ejercen el poder absoluto.
Carlos Malamud