El lunes pasado entró en vigencia la ley de Etiquetado de Alimentos y en la primera semana de fiscalización en Calama cuatro supermercados, un kiosco de escuela y su sostenedor resultaron infraccionados por no cumplir con lo que dicta la ley.
Según contó la encargada provincial de la seremi de Salud, Sandra Flores, -como organismo responsable de velar que se cumpla la normativa-, los supermercados Unimarc (Granaderos y Aconcagua), Tottus (Granaderos) y Jumbo no cumplieron con las exigencias.
"Tenían productos que en su contenido superaban los niveles críticos y algunos tenían rótulos que no estaban estandarizados para su tamaño", explicó.
En este contexto, dijo que es obligación que estos recintos, en general, se acomoden y asuman acciones para cumplir con la ley. "La publicidad está prohibida para los menores de 14 años y en base a esto tienen que acogerse a la ley y buscar la alternativa de acomodar los productos".
En tanto, ayer fue el paso a los recintos educacionales, siendo el primero la escuela República de Bolivia.
A pesar que este establecimiento es pionero en hábitos saludables en sus alumnos, esta primera prueba no fue favorable, ya que el kiosco no cumplió con las exigencias.
Si bien no contaba con productos evidentemente "chatarras", había una cantidad no menor que no cumplía con la normativa, como también el hecho de tener alimentos preparados sin contar con el permiso sanitario correspondiente.
El concesionario no quiso dar una declaración y se mostró bastante molesto con la fiscalización, a pesar de su interés de respetar la normativa.
El coordinador de Convivencia Escolar de esta escuela, Roger García, lamentó esta situación, pues "somos una escuela pionera en este aspecto, tenemos una academia y un espacio cardiovascular, donde hay desde hace bastante tiempo profesionales que pesquisan a los alumnos que tienen problemas de sobrepeso para integrarlos a un programa integral de atención, que no sólo se enfoca en ellos, sino también en su familia".
Dijo que como establecimiento están de acuerdo con esta normativa, porque "viene a consolidar, a afianzar la visión que tenemos sobre la importancia de la alimentación saludable. Los etiquetados los venimos trabajando con nuestros alumnos y acá hay una cultura de alimentación saludable. En el recreo podemos ver niños comiendo tomate".
Por la situación del kiosco, la infracción se hace extensible a su sostenedor, en este caso la Corporación Municipal de Desarrollo social (Comdes)
Experiencia
En la escuela Presidente Balmaceda hay dos kioscos, uno de estos está a cargo del profesor de educación física Ricardo Zamora, quien decidió enfrentar este desafío para llevar la teoría, que siempre se les inculca a los niños, a la práctica.
"Tomé el kiosco este año y es una actividad nueva, un rubro distinto. El cambio fue completo y radical, pasar de la teoría, porque es muy bonito hablar de la venta de frutas y del prototipo de kioscos saludable, a ejecutarlo", comentó.
Aseguró que al momento de postular, en las bases se detallaba que era posible preparar alimentos, pero "en la práctica no se puede, porque la resolución sanitaria de algunos kioscos no lo permiten, estamos limitados. Comdes nos dice que nos pongamos creativos, pero cómo lo hacemos sino podemos preparar ni una brocheta".
Asimismo, dijo que a pesar de todo el empeño, las condiciones en esta escuela no le han sido favorables porque existe otro kiosco "y mientas nosotros vendemos fruta, ellos siguen ofreciendo bebidas, chaparritas o empanadas, lo que hemos puesto en conocimiento de la dirección y la Comdes".
Apoderados
Esta ley no sólo involucra a los recintos donde se expenden alimentos, sino también directamente a los padres, quienes son los que compran los productos o dan el dinero a los niños para adquirir su colación.
En ese sentido, el gobernador de El Loa, Claudio Lagos dijo que "muchas veces se desentienden de esto, le dan dinero para que sus hijos compren en el colegio y no se preocupan mayormente de lo que consumen".
"Estamos en un momento súper complejo en cuanto a la nutrición de nuestros niños, hay altos índices de obesidad infantil, de diabetes y otras enfermedades. Tenemos que entender que el proceso va más allá de una multa, lo que estamos haciendo es cuidar a nuestros niños para que tengan un alimentación sana", agregó la autoridad provincial.
En tanto, entre los apoderados hay visiones divididas en cuanto a esta ley, especialmente a su aplicación.
Pamela Maluenda tiene dos niñas, de 9 y 12 años que están en tercero y séptimo básico.
Su opinión frente a esta nueva ley es que por una parte afecta a las familias que no tienen los recursos para optar por alimentos saludables "porque son mucho más caros y la gente no tiene acceso a ellos".
Sin embargo, concuerda que es necesario que los niños adquieran más hábitos saludables y en eso asume que tienen un rol fundamental.
"En mi casa nos estamos adaptando al cambio. Es difícil, porque están acostumbrados a un sistema en especial y modificarlo se vuelve muy complicado y mis hijas reclaman", contó.
Aunque rescató que se preocupa de mandarles fruta de colación y preparar en su casa comidas que sean lo más saludable y así contribuir a un sano crecimiento de sus dos niñas.
Una opinión más crítica es la que tiene Fabiola Ramos, madre de una niña de ocho años.
"Primero siento que todo lo que nos venden es falso, porque nos dicen que hay alimentos que son saludables y al final están llenos de azúcar o sodio", recalcó.
"Y segundo, si no quieren que los niños se alimenten mal eliminen todo lo que es chatarra, no solo de los kioscos de los colegios, sino también de los supermercados y negocios", agregó.
Enfatizó que, al igual que el tabaco o el alcohol, "sino quieren que se consuman, elimínenlos, así de simple", agregando que es fácil vulnerar esta ley, porque puedo comprar chatarra afuera de la escuela y pasársela a mi hijo y entrará con esa colación".
Frente a la presencia de los vendedores que se instalan fuera de los establecimientos, Sandra Flores, comentó que no están considerados en la ley, por lo que apelan a que los municipios se unan en esta causa y puedan generar una ordenanza que prohiba su presencia o que evite que también ofrezcan alimentos que están con el etiquetado "Alto en".
60% de la población padece sobrepeso y en el caso de los niños, en primero básico la mitad está en esta condición, lo que preocupa a las autoridades.
1 persona muere a cada hora por problemas relacionados con la mal alimentación. Según la Organización Mundial de la Salud, Chile lidera los índices en América Latina.
14 años es la edad límite que rige esta ley de Etiquetado de Alimentos. Lo que implica que no debe existir publicidad que incite a los niños a consumir alimentos con los "Alto en".