Los ciudadanos de Calama y este gobierno comunal instalamos constantemente temas relevantes de nuestra ciudad y en esta ocasión queremos hacer un fuerte llamado a los parlamentarios de la Región de Antofagasta, particularmente a los diputados de nuestro distrito y a los senadores.

Queremos que se pronuncien respecto a temas políticos que hoy marcan el devenir de Calama y del norte de Chile, entre ellos la exigencia que estamos haciendo al Gobierno, que dicho sea de paso es muy cuerda y razonable, con respecto a que este "pseudo Royalty" sea distribuido de manera distinta, y que un porcentaje quede en la Región de Antofagasta. Hoy no sólo pedimos para Calama, sino que también para Antofagasta, si lo tiene Perú, lo tiene Bolivia… me pregunto cómo los parlamentarios no se dan el tiempo de pensar, de recrear y de refrescar sus ideas.

Otro tema importante que deseamos instalar es que nosotros desde Calama, del gobierno comunal y muchos ciudadanos decimos que la Ley Reservada del Cobre debe derogarse. Las platas que son de esta ley, esos miles de millones de dólares tiene que entregarse al Estado de Chile, a las regiones del Norte, a Codelco para sacarlo de los problemas que hoy tiene.

Es por ello, que hacemos un llamado y les instamos a ver y reconocer estos problemas, donde los parlamentarios de la zona no opinan, no comentan, no sacan las banderas de lucha, puesto que están preocupados de minucias, de cuestiones pequeñas y en algunos casos sólo de sus candidatos.

Les instamos a que no sean cómplices de ese silencio y mucho menos de las posiciones de algún Gobierno que por allí traicionó los verdaderos valores de la Patria, que son defender los recursos naturales, ya que con su silencio e indiferencia se hacen partícipes de estas situaciones.

La tarea que estamos haciendo los calameños, debieran hacerla ellos con sus equipos asesores, que para eso bastantes recursos les entrega el Parlamento, y no dejarla complemente a nosotros.

Esteban Velásquez Núñez,

Alcalde de Calama

Lo que ocurre en el pasaje Guillermo López, ubicado en el centro de Calama, es por muchos conocido. Ese es un sector que se ha convertido en un punto peligroso y conflictivo para las autoridades que contabilizan delitos de venta y consumo de drogas, además de servir de refugio para delincuentes que actúan en las principales calles de la ciudad.

Lo lamentable es que no sólo se puede combatir con la represión porque la experiencia ha ratificado que no es suficiente. Operativos policiales han logrado desbaratar a bandas de narcotraficantes, pero no tarda mucho para que aparezcan otros grupos con los mismos fines.

Los delincuentes también son detenidos, pero en el corto tiempo recuperan la libertad y vuelven a reunirse allí mismo.

Es como un cuento de nunca acabar y eso lo corrobora Carabineros, quienes a diferencia de otros sectores conflictivos tras detener y sacar de circulación a los delincuentes más avezados la situación se calma. Aquí no, la delincuencia se renueva velozmente.

Es por ello que hoy las autoridades traten de abordar el problema bajo otro prisma. Con la idea de intervenir y cambiar la fisonomía de ese callejón que para muchos es una "boca de lobo".

Desde el municipio plantean la necesidad de trabajar con los vecinos, iluminar el sector e incluso hacerlos partícipes de actividades socioartísticas. Ello para que se vaya cambiando la cara y el microtráfico que tiene atemorizados a los vecinos se vaya en retirada.

Desde la gobernación proponen una intervención a través del Consejo Comunal de Seguridad Pública, que tiene recursos destinados a objetivos como el de resguardar a los vecinos de la delincuencia y microtráfico.

Lo cierto es que la situación en el pasaje López, Santa María y Vargas no puede continuar de esa manera porque los vecinos de buen vivir necesitan estar tranquilos y sin la preocupación de estar constantemente asustados y temerosos.

Y mucho menos que hechos de esta naturaleza ocurran en el centro, que es la cara visible de la ciudad.