Ricardo Pinto Neira
Recobrar las costumbres de planteles históricos de Cobreloa que compartían con la población de Calama en la calle, en la mina y en las afueras del estadio. Esa es una de las premisas de Carlos Rojas como entrenador de "los zorros" y que al parecer, el plantel de jugadores entendió a la perfección.
Algo que se pudo apreciar en los últimos dos días. Primera, en la ceremonia de premiación de "Juntos hacemos prevención", el torneo organizado por el Senda y ayer, en un acto masivo en el mismo estadio municipal, en los últimos días de actividades de la escuela de invierno para niños de Calama que genera año a año el Subdepartamento de Deportes y Recreación del municipio.
Fue el director de este departamento, Alejandro Quezada quien destacó la presencia de la gente del primer equipo en la jornada. "Los niños están felices. Es muy importante que los jugadores de Cobreloa se den un tiempo, que puedan venir a estar con los niños. Para ellos es motivante poder compartir, sacarse fotos y obtener autógrafos de ellos".
Quezada comenta que respecto de la escuela "aún nos quedan tres días de actividades. Lo importante es que esto es algo que lleva 13 años organizándose y en estos cinco últimos años hemos beneficiado más de dos mil niños. Esperamos seguirla realizando por años más".
Se trató de una actividad donde los niños de la comuna pudieron jugar fútbol con balones de fitness y hoy tendrán una visita al parque del cohete para finalizar todo mañana con una actividad final con disfraces.
Compromiso
A la cita llegó Carlos Rojas junto a Arturo Sanhueza, Ezequiel Cacace, Pablo Parra. José Luis Silva, Vandinho, José Luis Jiménez y Fernando Cornejo.
Este último fue uno de los que rescató el valor de estar con los hinchas más pequeños. "Yo también cuando era niño andaba detrás de los jugadores profesionales y quería autógrafos y fotos. Que uno haya llegado a estar en el otro lado es motivo de orgullo y me pone feliz poder compartir con ellos".
Quien habló del rol social del plantel fue el golero Ezequiel Cacace. "Uno a veces no se da ni cuenta de lo importante que es para uno de estos chicos venir, que les des la mano, que hables con ellos, que te saques una foto. Son cosas que a nosotros como jugadores profesionales nos gusta hacer y vamos a estar disponibles siempre que se requiera".
José Luis Jiménez valoró el trabajo de los voluntarios de la escuela. "Cuando yo era chico, vivía en Curanilahue en al Octava región y esperaba que fueran futbolistas profesionales para poder verlos. Que los profesores hagan la gestión y nosotros podamos compartir es algo que al jugador lo llena mucho y en eso, los gestores son los que tienen el real mérito".
Arturo Sanhueza suma un argumento más que considerable. "Estos niños ven al jugador de fútbol y no sólo se motivan a tener una vida ligada al deporte. Llegan a la casa y le cuentan a las familias que estuvieron con jugadores de Cobreloa. Y los padres después nos van a apoyar con ellos en el estadio. Todo suma".
Carlos Rojas fue claro. "Vamos a llevar al plantel a las faenas de las minas para que sepan lo que es la vida acá. Estamos retomando las tradiciones de antaño que a nosotros nos hicieron tan cercanos y conectados con la gente de la comuna que representamos".
versión de las escuelas infantiles organizadas por el subdepartamento de deportes del municipio. 13°
niños llegan cada año a la iniciativa en vacaciones, una que benefició a 2 mil menores en 5 años. 400