Carolina Collins/Efe
Durante años científicos han intentado contestar la pregunta ¿Influye el factor genético en el rendimiento deportivo? Sin embargo, la respuesta parece esquiva y hasta ahora sólo han encontrado una, que sólo explica porqué algunos están en desventaja y no por qué hay otros que son excepcionales.
El éxito deportivo es una combinación de muchos factores: entrenamiento, constancia, contexto socioeconómico, cabeza y genética. Pero hasta ahora sólo se conoce una variante en el ADN vinculada al rendimiento.
Así lo explicó a Efe Alejandro Lucía, doctor en Medicina, catedrático de Fisiología del Ejercicio e investigador de la U. Europea de Madrid, quien contó que hace una década se constató que quienes que tienen en sus dos copias cromosómicas una variante del gen ACTN3 son más lentas y menos explosivas. Entre uno y dos individuos de cada diez tienen mutadas las dos copias de este gen.
Estas personas son incapaces de expresar una proteína imprescindible para que los músculos se contraigan explosivamente. Esta mutación es exclusiva de los humanos y se calcula que pareció hace 40.000 o 60.000 años. Esto se explicaría porque los humanos somos la única especie para la que la explosividad muscular, la capacidad de salir disparados, no es una ventaja evolutiva.
"Esta variable en el ADN surgió posiblemente con nuestros ancestros saliendo de África hacia Europa y Asia", explicó Lucía quien afirma que ésta es muy poco frecuente hoy en las poblaciones africanas, en donde precisamente están los grandes velocistas del mundo.
Para este investigador, esta es la única mutación claramente vinculada al rendimiento deportivo, en este caso negativamente.
El experto indicó que en la literatura científica aparecen otras mutaciones genéticas que podrían estar vinculadas al rendimiento deportivo, pero éstas no son "científicamente claras", porque los resultados tienen poca potencia estadística y no se replican en otras cohortes. Para que esto se cumpla, dijo, hay que repetir los estudios en diversas poblaciones y distintos países, por ejemplo.
Pero esto no quiere decir que no existan más factores genéticos que determinen el rendimiento, solamente que hasta ahora la ciencia no ha sido capaz de demostrar que hayan más.
A principios de año, la revista Plos One publicó un artículo que apuntaba a esa dificultad: los investigadores liderados por Claude Bouchard, de la Universidad Estatal de Lousiana (EE.UU.), constataron que entre los mejores corredores de larga distancia del mundo y resto de la población no había diferencias genéticas claves.
En total, los científicos, entre los que estaba Lucía, analizaron datos de 1.520 atletas de resistencia y 2.760 no deportistas. Los participantes eran de Australia, Etiopía, Japón, Kenia, Polonia, Rusia y España, y en cada país se hicieron estudios.
Los científicos buscaron en los deportistas "señales" genéticas que explicaran por qué son campeones mundiales. Sin embargo, no se identificó un panel de variantes genéticas comunes entre los atletas de élite en pruebas de resistencia. Según Lucía, hay que seguir investigando porque está claro que existe una predisposición genética a mejorar con entrenamiento; es cuestión de tiempo, investigación y esfuerzo encontrar los genes.
Las dificultades de dar con una respuesta
Alejandro Lucía explicó que pese a que es cuestión de tiempo dar con una variante genética que influya en el rendimiento deportivo, será complejo, ya que además de la cantidad de participantes que necesitas para replicar resultados en estudios de genética, que ya es compleja porque son pocas personas, el rendimiento posiblemente depende de muchos genes. Así, hay que buscar variantes vinculadas a la función cardíaca, a la función pulmonar, al transporte de oxígeno, la motivación, etc.