Una de las permanentes quejas de los calameños es respecto a las falencias que presenta el sistema público de salud. Falta de horas, carencias de especialistas y una interminable lista de espera para soluciones quirúrgicas encabezan el libro de reclamos de los usuarios.

Pero esa tendencia, que se arrastraba por décadas, hace poco más de un año que empieza a revertirse. Ello gracias a la llegada de facultativos en las principales especialidades requeridas en la zona. De hecho en este lapso la planta de médicos en el hospital Carlos Cisternas se duplicó producto de diversos convenios concretados por el Servicio de Salud.

Médicos generales, cirujanos plásticos, anestesistas, dermatólogos, oftalmólogos y hasta por primera vez un neurólogo infantil han reforzado el trabajo profesional en todos las áreas. Esto ha permitido responder de mejor modo a la demanda local.

De hecho, según lo informado por el director del recinto asistencial Patricio Toro, esto ha permitido que a la fecha se haya cumplido con la angustiante lista de espera y ya se aprestan a partir con el listado del próximo año.

Una realidad nunca antes vista y que demuestra que las autoridades de salud están brindando respuesta a las demandas que por años hicieron agrupaciones y movimientos sociales. No olvidar que hubo una campaña que denunció la existencia de un "hospital enfermo".

El avance es notorio pero aún quedan puntos por resolver y el principal de ellos es contar con la infraestructura hospitalaria. Hoy se han retomado las obras del nuevo hospital, lo que hace abrigar esperanzas que ya a fines del próximo año contemos con un moderno recinto médico y con las unidades especializadas necesarias, como la de cuidados intensivos que evitaría los largos traslados a Antofagasta.

Si duda que en salud se están cumpliendo los desafíos y en un futuro cercano habrá una atención que estará acorde a la realidad de Calama. Una ciudad que ha crecido en los últimos años en cantidad de habitantes y proyectos industriales, pero que estaba al debe en lo relativo a las coberturas básicas.

Esta oposición de la comunidad en Ayquina hay que verla en su profundidad, ellos han sido muy serios, muy analíticos, muy críticos, porque a todos nos gustan los feriados para realzar lo que uno comparte, en este caso la fe, la religiosidad popular, sin embargo, ellos han visto más allá, junto con ese feriado han dicho "pero entréguennos los servicios básicos mínimos", cuestión que a veces en el país en general no se observa, pues llega un feriado y todos nos sumamos a esa celebración para descansar o para recrearnos, pero hoy día, las autoridades respectivas, los parlamentarios, fundamentalmente y el gobierno de turno, tienen que hacerse cargo de la demanda ancestral de los dueños del pueblo: Servicios básicos como agua potable, porque la verdad es que es indigno que en nuestro país aún se le entregue sólo explicaciones a nuestras comunidades, es lo que pasa en Ayquina, pero que representa a centenares de comunidades y etnias en todo el país.

Creo que es el momento para que el gobierno decida invertir y concretar las palabras de la Presidenta cuando dice que nuestro país es multicutural, lo concreto es colocar los dineros, de tal forma que el próximo año tengamos los servicios básicos ya iniciados, entonces Ayquina lo que hace es refregar esta discriminación que ha habido desde el Estado de Chile por más de un siglo con esta zona.

El tema que algunos han esgrimido acerca de la propiedad del pueblo para no realizar inversiones en el lugar, a mí me parece más una excusa que una razón valedera y de fondo, pues hasta donde yo sé, nadie ha exhibido antecedente o documento alguno que compruebe que este territorio es privado. Creo que eso de que es privado es una justificación del gobierno para no hacerse cargo de una responsabilidad moral que tiene el Estado de Chile.

Ayquina está dentro del territorio de nuestro país, y la comunidad es dueña de estas tierras, de las aguas dulces y por lo tanto, es momento de dar respuesta, lo demás a estas alturas son simples pretextos, politiquería y ya no sirven, y por eso se han llevado una buena cantidad de chascos. Van a continuar con más fuerza manifestándose los comuneros de Ayquina que yo diría expresan el sentir de los ciudadanos de Calama, si asimilamos a la capital provincial, donde también carecemos de necesidades que son muy básicas.

Esteban Velásquez Núñez,

Alcalde de Calama