Ricardo Pinto Neira
Fue una medida extrema, casi para llamar la atención de un club que, a 1500 kilómetros de distancia parece dejarlos al olvido. Las divisiones inferiores de Cobreloa en su filial capitalina decidieron no entrenar en modo de protesta por los casi cuatro meses impagos en sus sueldos para los entrenadores.
No son los únicos, los profesores de cadetes en Calama, los monitores en las escuelas de fútbol, los trabajadores del club de campo más los administrativos y funcionarios del club arrastran las mismas penurias. Cuatro meses consiguiendo dinero para sobrevivir y sumando cuentas, frustraciones y esperas.
Alejandro Navarro trabaja en las series inferiores del club en Santiago y asume que "lo hemos pasado mal y lamentablemente no tenemos respuestas concretas. Uno muchas veces piensa que es mejor dejar esto, pero atrás hay un grupo de niños ilusionados con el trabajo que se hace, con la ilusión de poder cumplir su sueño de ser futbolista. Eso es lo que nos impulsa a seguir, porque uno ama lo que hace. Pero es un drama llegar a fin de mes sin ninguna solución. Porque hay que pagar las cuentas", dice.
Uno de los entrenadores en Calama que pide reserva -denotando de alguna forma que efectivamente han existido presiones para "esconder" el tema- es claro cuando confidencia que "la directiva tiene el toro por las astas. Si no nos presentamos a jugar, el castigo de la ANFP no es para el club porque el afiliado es la S.A y nosotros somos corporación. Los castigos son personales. Y no podemos demandar colectivamente, porque no estamos sindicalizados. Peor aún, si quieres ir a renunciar para buscarte una mejor opción en otro lado, resulta que pierdes todo lo que en principio podrían pagarte. Porque como el club no ha pagado las imposiciones, no hay ningún derecho a seguro de cesantía. Entonces, si seguimos acá es porque esperamos recibir lo que nos corresponde. Irse significa que el club no te va a pagar nada".
Solidaridad
César Bravo, actual entrenador del plantel profesional, no le hizo el quite al asunto y manifestó su postura. "Yo sé que hay buenas intenciones de parte de gente de la directiva, pero también tengo amigos en esta situación. Vivo con Roberto Espicto y sé que a veces no hay dinero para solventar algunos gastos. Soy amigo de Iván Orrego y sé que lo está pasando mal. Yo mismo hasta hace poco era entrenador en cadetes y tenía que buscarme otros trabajos para poder llegar a fin de mes, porque también me deben imposiciones. Uno ruega que salga el tema del préstamo, porque eso debería venir a salvar una situación muy dramática para todos".
El DT confidencia que "por cuenta nuestra fuimos con Rodrigo Meléndez a conversar y darle ánimo a los colegas de Santiago. Sabemos por lo que pasan y lo mínimo que uno puede hacer es prestarles la ayuda que se pueda. No sé, ver si es posible mandarles ropa para entrenamiento de la que queda acá, conversar con ellos para saber cómo están, entenderlos y solidarizar. Uno que vivió lo mismo no puede estar ajeno, porque sabe que lo único que los mantiene ahí es el amor por el club, por la tarea de formar".
Bravo incluso busca soluciones en su tarea, en una suerte de anhelo para venir a salvar una situación que a todas luces se está quedando en las palabras, más que en soluciones reales. "Nosotros sabemos que si andamos bien en el primer equipo, que si ganamos en el torneo nacional, que si eliminamos a Colo Colo y avanzamos en Copa Chile, la gente va a venir, el club va a mejorar su imagen y van a entrar más recursos al club que servirían para solucionar esto. Somos la cara visible y si nos va bien, también mejora el prestigio del club", aseguró el estratego naranja.
Asumen deuda
Fue el presidente de la comisión fútbol, Walter Aguilera, quien asumió en Radio María Reina que "la gente cree que a nosotros nos da lo mismo y es todo lo contrario. Es una situación muy dolorosa que nos ha costado poner al día por todos los temas que nos hemos ido encontrando". Esperan pagar con recaudación de Colo Colo.
años y tres meses de imposiciones debe el club a trabajadores, razón por la que muchos no renuncian. 1
de octubre es la fecha que los afectados recibieron como tope para percibir algunos meses atrasados. 21
Directiva admite atraso