Alejandra Costamagna en diez cuentos
Mujeres raras, desajustadas y trágicas. Este es el singular mundo de la escritora y periodista Alejandra Costamagna, destilado en diez cuentos que publicó la editorial peruana Estruendomudo. "Imposible salir de la Tierra" es una angustia sin estridencias, como la de la astronauta de la portada.
Alejandra Costamagna prefiere que la frontera entre cuento y novela sea difusa y esté siempre a punto de quebrarse.
"El mundo de la Costamagna es destilado, silencioso y redondo. Lleno de problemas de doble fondo, diálogos asombrosos y perros color barquillo. En ella el tono menor es una ética, una forma de vida. Sus historias arden sin un chirrido, queman sin un siseo; por eso son tan peligrosas", anotó la editora Andrea Palet en la contratapa de "Imposible salir de la tierra", los diez cuentos que la misma Alejandra Costamagna seleccionó para que la editorial peruana Estruendomudo publicara en Chile.
"Es una pequeña exposición de sus personajes más brutales y conmovedores", agrega el volumen. Y están ahí la chica de Traiguén, Victoria Melis, una secretaria de 19 años que se enamora fatalmente de un vendedor de pollos. Otra: una de cicatriz en el mentón y los pómulos hundidos como calavera. También están las mellizas Rita y Sandra, cándidas e incestuosas, y la mujer que decide "construir un hijo" y lo saca de su cabeza, pero luego no puede volver a ponerla en su lugar. Los personajes principales de la Costamagna son casi siempre mujeres y un poco desajustadas.
A ella los relatos le suelen surgir de una imagen. "A veces esas imágenes vienen de una conversación interrumpida, de una escena vista en la calle, de una canción pegajosa, de un sueño que se desdibuja al tratar de recordarlo, de un recuerdo antiguo o de una lectura que ha quedado haciendo eco en alguna parte", dice.
¿Cómo entra ella, la autora, en el paisaje de un cuento? Va sacándole capas a esa imagen, con lo que aparece "un mundo posible, que es y no es el original". Y lo que viene a continuación es una especie de péndulo entre la invención y ese impulso primario. "La imaginación y la construcción ficticia todo el tiempo, en disputa y en diálogo", aclara.
La colección de Estruendomudo además de los cuentos de la Costamagna alberga la escritura de latinoamericanos como Fabián Casas, César Aira y Alejandro Zambra. Son diversas propuestas estéticas de toda Latinoamérica pensadas "como una gran ciudad, de esas que acogen olas migratorias de provenientes de todas partes".
A esta publicación se sumó otra, la de la editorial Almadía, que en estos días prepara una versión similar de Alejandra Costamagna para México.
-¿Cuál fue el criterio de selección de tus cuentos?
-Importaba que los relatos dialogaran entre sí, que funcionaran juntos, que compartieran una respiración, una atmósfera, pero que al mismo tiempo se pudieran mover en distintos registros. Que estiraran la cuerda hasta el límite del género, si llegaba el caso. Y en el proceso de selección fueron surgiendo ciertas afinidades temáticas: vínculos de parejas y familiares torcidos, relaciones que parecen desfondadas y una cierta extrañeza que a veces bordea el delirio.
El oficio
Hace justo dos décadas la primera novela de Costamagna, "En voz baja", ganó los Juegos Florales Gabriela Mistral 1996. A esa trama le siguió "Dile que no estoy" y "Cansado ya del sol" y también libros de cuentos como "Malas noches" y "Animales domésticos".
-Siendo una escritora de cuentos y novelas, ¿desde qué ánimo tomas cada uno de ellos?
-Trato de no fijar muchas precisiones al empezar a escribir. Los textos y la cabeza tienen sus mecanismos propios y hay un momento en que aparecen solitos los contornos del material.
-¿Cuándo sabes qué será un cuento o una novela?
-Me gusta dejar que esa frontera siempre esté a punto de quebrarse, que ante cualquier suspiro pueda venirse abajo o cambiar de rumbo.
-¿Cuáles son las diferencias y similitudes entre ambos?
-Convencionalmente cada género tiene sus propios lineamientos. Pero esos géneros tradicionales hoy se vuelven cada vez más "impuros". Y surgen cruces y diálogos que enriquecen y terminan nutriendo a unos y otros. El cuento también entra en esa suerte de inexactitud genérica, pero tal vez hay algo que siempre lo acompaña y que tiene que ver, quizás, con la extensión: la importancia de lo silenciado. Lo que se dice sin decir, lo que se omite mientras se cuenta.
-¿Es similar esa forma a cómo vas armando los mundos de tus novelas?
-Como la novela permite más digresiones, esas capas a veces pueden ser mucho más numerosas, pero el proceso es casi idéntico.
-¿Has notado diferencias en la forma en que construyes los personajes en los cuentos o en las novelas?
-No demasiadas. Excepto, tal vez, que en las novelas el proceso de escritura suele ser más extenso. Entonces puedo llegar a interiorizarme más con los protagonistas. Es una cosa de tiempo.
El lector, el teatro
Cuenta la autora que sigue siendo una anotadora compulsiva de papelitos donde resume las primeras ideas o impulsos iniciales de sus relatos. Sin embargo, a veces, ha hecho alguna anotación en el celular, pero sólo en casos muy extremos cuando no hay ni un gramo de papel a la vista.
-De las impresiones que has recibido de tus lectores, ¿cuáles han sido las más sorprendentes y conmovedoras?
-Una lectura reciente que me conmovió fue la que hizo Mike Wilson al presentar "Imposible salir de la Tierra". Aludiendo al cuento que da título al libro, donde hay un sueño acuático que marca el final de la protagonista. Él decía que esa imagen le hizo pensar en que somos como la superficie de la Tierra, que nuestros cuerpos tienen más de la mitad de agua en su interior y que acaso sería más acertado decir que al morir no seremos tierra, sino "agua, vapor, nieve y hielo". Terminaba diciendo que le gustaba la idea de saber que algún día "lloveré o nevaré". Cuando leí su texto pensé que si en ese mismo minuto tuviera que escribir un cuento, no dudaría en contar la historia de un hombre que un día se convierte en vapor, en agua, en hielo, y que cae sobre la tierra con su liviandad nevada.
-¿Has pensado escribir alguna pieza teatral?
-Lo he hecho. Pero me siento más cómoda desde este lado del escenario.
-¿De dónde nace tu afinidad por el teatro?
-Surge de los textos, supongo. Pero me sigue pareciendo fascinante el diálogo de disciplinas que entran en juego en una obra: el teatro en la puesta misma, la literatura, las artes visuales, la música.
-Quisiste estudiar teatro, pero desististe, porque te daba miedo el escenario.
-Además del pudor escénico, había una intimidación frente al trabajo colectivo. Algo tan distinto, en ese sentido, a la bendita soledad de la escritura.
-¿Qué permanece aún en tu escritura de la ganadora de los Juegos Florales Gabriela Mistral 1996?
-La voz baja quizás.
Por Amelia Carvallo
"Trato de no fijar muchas precisiones al empezar a escribir. Los textos y la cabeza tienen sus mecanismos propios".
"En las novelas el proceso de escritura suele ser más extenso. Entonces puedo llegar a interiorizarme más en los protagonistas".
dinko eichin frost
"Me sigue pareciendo fascinante el diálogo de disciplinas que entran en juego en una obra: el teatro en la puesta misma, la literatura, las artes visuales, la música".