Cementerio Chuquicamata
Seis días después de el día de Todos los Santos, hago llegar a usted esta carta, en el cual expongo que este cementerio es Patrimonio de Chile, ya que es un Monumento Nacional, como fue declarado el 18 de mayor del año 2015, por la Presidenta Michelle Bachelet.
El motivo que me lleva a mandar ésta carta, que conjunto a este Cementerio, existía un hombre que la prensa chilena llamó " El Cuidador de los Muertos del Cementerio de Chuquicamata", don Pedro Espinoza, un hombre que sin ser Chuquicamatino, empezó a amar este terruño, pero más que a Chuquicamata a el Cementerio y comenzó a verlo como parte de una historia y descubrió su riqueza histórica, su riqueza respecto a su estructura y muchas historias de personas que han sido personajes de Chuquicamata. Además ayudó a muchas personas a encontrar a sus deudos, tuvo la gentileza de llevarlo a la fosa o al nicho donde estos se encontraban, como además de ayudar a muchos a conocer parte de la historia de éste, como fue mi caso.
Hoy este hombre, que fue reconocido por la prensa, nacional, regional, ya no ésta, por que fue despedido, dejando un gran vacío en quienes van a éste cementerio, es más su rico conocimiento de la historia que contiene en su mente, se va a perder, así por así.
Debe recordarse que el Cementerio de Chuquicamata es un Monumento Nacional y por lo tanto no solo debe resguardarse físicamente la estructura de éste, sino también su historia, y parte de ésta ya no ésta resguardada como se merece y todo por un despido sin tener el resguardo de saber por qué despiden a una persona.
Deben de resguardar a éste personaje y que este entregue su experiencia a otros, para que sus historias no se esfumen, sino sean absorbidas por generaciones venideras, para mantener viva nuestra identidad.
Patricio Torreblanca Piñones
Mala idea
Ayer pude comprobar, que el estrés y la hipertensión masculina , se agudizan, cuando tenemos la mala idea de salir de compras con la "patrona"
Jorge Valenzuela Araya
Alejandro Guillier
Cada vez se está pareciendo más la vertiginosa erupción de Alejandro Guillier en las encuestas a la que tuvo la actual presidenta Michelle Bachelet en sus dos campañas electorales, el de un rostro nuevo en la política, alejado de las irregularidades, del típico, añejo, vinagre e inconducente debate entre los de aquí con los de allá. Tal vez la única gran diferencia entre ambas instancias, es que hoy la ciudadanía ante las experiencias vividas de seguro hará que piense mejor antes de decidir su voto.
Luis Enrique Soler Milla
Elecciones en EE.UU.
En Chile los analistas comentan sobre las elecciones presidenciales en EE.UU. y se sorprenden cuando hay cambios al parecer inexplicables. Es bueno recordar que allá existe un plazo para votar y muchos ocupan el "early vote" adelantándose a la fecha máxima permitida. Pues bien, en seis estados, quien ya ha votado puede pedir votar de nuevo y con ello cambiar su voto. Algunos de estos estados son Minnesota, Pennsylvania, Wisconsin y otros.
Por ello, en EE.UU. no se está seguro hasta que se produzca el recuento final y las denuncias y los debates entre candidatos son muy relevantes, hasta los últimos días y horas.
Jaime García Covarrubias
Jorge Valdivia
Considero que el caso Jorge Valdivia, es un caso cerrado para la Selección. Nadie pone en duda su calidad y el gran aporte que ha sido. Lamentablemente las continuas lesiones han mermado su rendimiento, y le están pasando la cuenta. El hecho de convocarlo es un error, pues si no juega, es una frustración para él y además le quita la posibilidad de ser convocado, a otro que esté en mejores condiciones competitivas.
Jorge Valenzuela Araya
Televisión
La televisión en Chile está cada día peor. Los programas presentados y películas son del año del "cuete". Los desayunos que presentan algunos canales son pantagruélicos, donde más de una docena de presentadores hablan "cabezas de pescado". Las noticias las repiten una y otra vez como si éste fuera un país de sordos. Para mejorar, los directores deben ser más creativos: menos avisos y más programas didácticos.
Cambiar las teleseries, donde los protagonistas son más conocidos que los vecinos del barrio y no entusiasman a nadie, por comedias livianas modernas.
Renato Norero Valenzuela