Varios de los últimos delitos cometidos en nuestra ciudad, ha contado con la presencia de menores de 17 años participando activamente en ellos. La muerte de dos carabineros en la Cuarta región a manos de menores involucrados en el robo de vehículos también ha provocado una serie de reacciones en redes sociales, pero más las expresiones de los padres de los involucrados.
Frente a esta lamentable realidad, y donde se suma que estos inimputables ante la justicia actúan con mayor violencia y crueldad, es necesario poder buscar los caminos correctos para detener el aumento de niños y adolescentes en delitos.
Y esto nos lleva necesariamente volver a los principios básicos del valor de la familia, de la unidad en el hogar, pero sobre todo del papel que como padres estamos cumpliendo con nuestros hijos.
Hoy es común quejarse que los hijos no hacen nada, que no tienen hábitos, que prácticamente disponen de sus vidas como si fueran adultos.
Claramente los padres han dejado de lado su autoridad, y se las están endosando a los colegios, a la iglesias, a los organismos sociales, olvidando que al formar una familia, asumieron una serie de responsabilidades que son para toda la vida.
Algunos, sin siquiera analizar este problema, ya están pidiendo que cualquier persona que cometa un delito debiera pagar con cárcel, sin importar su edad.
Pero debemos partir reconociendo que como padres y sociedad, algo no estamos haciendo bien. En algún momentos nos hemos desviados del verdadero camino de lo que significa educar, formar, enseñar, corregir, instruir, disciplinar. En definitiva, entregar valores que los prepare para el camino de ser adultos, padres, construir una familia, bajo premisas tan elementales como el respeto, la honestidad, la justicia, el esfuerzo y sobre todo el amor.
Nos estamos mal acostumbrando a actuar por reacción, pero no con cordura y raciocinio, que nos permita tener sabiduría al momento de tomar determinaciones en situaciones difíciles.
Habrá que analizar profundamente qué vamos a hacer para poder detener la incursión de menores en los delitos.