Los hechos demuestran que para muchas personas su trayectoria de vida, el ejercicio de sus derechos, acceso a bienes y servicios, y posibilidades de desarrollo, están determinadas por el lugar donde nació, condición socio-económica de sus padres, sexo, color de piel o discapacidad, entre otros factores, pero ninguno vinculado a sus capacidades.
Chile es desigual y ello no responde a un orden natural de las cosas, es el resultado de decisiones.
Para hacer frente a esta realidad, la Presidenta Bachelet, en su programa de gobierno, comprometió llevar adelante reformas estructurales, en un marco que garantice a todos el ejercicio de nuestros derechos básicos, sobre la base de ciertos mínimos compartidos.
En este contexto, está la reforma educacional, la más importante de las últimas décadas, que comprende desde la educación parvularia hasta la educación superior; la agenda de descentralización, más poder para las regiones y menos para el centro, autoridades regionales electas por voto popular; el llamado a un acuerdo nacional en materia de pensiones, para contar con un sistema mixto y solidario. No más pensiones que condenen a la pobreza.
Pero las encuestas señalan que las personas son contrarias a algunas reformas, como la educacional, y apoyan otras como la descentralización y las pensiones. ¿Por qué? Subyace en la sociedad un cambio de paradigma, que releva la importancia de participar activamente en las elecciones.
Entonces ¿De qué depende nuestro bienestar, del mero esfuerzo individual o de la responsabilidad colectiva?
La última encuesta Bicentenario (PUC y GFK) da cuenta de este proceso de cambio. Entre los años 2014 y 2016, ha crecido la idea que el Estado debería preocuparse y hacerse responsable por el bienestar de las personas.
Así, la percepción que los ciudadanos deben recibir la ayuda del Estado, ha aumentado. Mientras, disminuye la opinión que solo deberían destinarse a los más pobres y vulnerables.
Mayor valoración del rol del Estado, con énfasis en la igualdad, es lo que demuestran los resultados, que están conectados con las reformas que hemos impulsado estos años, en un contexto de paradigmas en tensión.
Chile está cambiando.
Víctor Flores,
Seremi de Gobierno