Hoy en la noche comienza una de las cruzadas sociales más grande que se realizan en nuestro país, y donde se involucran miles de personas para poder recaudar el dinero suficiente que permita financiar los complejos tratamientos que enfrentan personas que enfrentan algún grado de discapacidad.
Como es habitual, hay detractores de esta cruzada, que hablan de negocios, de intereses, de egos, pero más allá de querer buscar algo irregular, debemos convenir que esta es una acción real que trae tanto bienestar a niños y jóvenes que en un abrir y cerrar de ojos se han visto enfrentados a complejas limitaciones físicas producto de diversas circunstancias de la vida; pero que con largos y duros tratamientos realizados en la Teletón han vuelto a renacer, han conseguidos logros que en ninguna otra parte lograrían.
De allí de la importancia de sumarse a las 27 horas solidarias de la Teletón, de cooperar y criticar menos, con el fin de hacer felices a cientos de niños y jóvenes.
Son 38 años de esta cruzada y las satisfacciones que ha dado no se pueden pagar con nada. Además abre el corazón solidario de los chilenos que muestran toda su generosidad y benignidad.
Esta es la oportunidad de hacer una fiesta de la solidaridad, donde las familias en conjunto dejan de lado creencias, prejuicios, diferencias, para unirse en un solo objetivo que es ayudar al más necesitado.
Es bueno el ejercicio de tender nuestra mano, de dar amor y paz al que está desvalido, al que necesita ayuda, al que no puede recuperarse solo.
Podemos hacer muchos análisis de una cruzada tan importante como la Teletón, pero a todos nos consta que es una causa que ha logrado que hasta la fecha más de 90 mil niños y jóvenes hayan conocido lo que es la rehabilitación. Y cada año se suman cerca de tres mil nuevos beneficiarios a este Centro de Rehabilitación.
La ayuda que brinda esta entidad es indiscutible y no habría argumentos para negarnos a ayudar en esta cruzada que hoy tiene el desafío de que todos los chilenos participemos del "abrazo de Chile".