Pablo Orellana González
En pocos días más el coronel Jorge Tobar, prefecto de Carabineros de EL Loa, se sumará a un nuevo desafío en la Cuarta Zona de la institución, en la ciudad de La Serena, punto donde deberá sumar su trabajo y experiencia tras cinco años en Calama.
Previo a ello el coronel accedió a conversar con El Mercurio de Calama, reflexionar sobre estos cinco años en la ciudad, "donde me tocó mi destinación más larga. Nunca antes había estado tanto tiempo en una ciudad", dijo al momento del análisis y reflexión sobre el período como máxima autoridad de la "institución de las carabinas" en El Loa.
-¿Cuál sería su balance sobre estos cinco años en Calama?
Muy provechosos, sin duda. Acá no sólo me encariñé con la ciudad y sus características, ha sido un tiempo de mucho aprendizaje, trabajo y también de desafíos permanentes. Sin duda alguna han sido cinco años de mucho aprendizaje.
Durante estos cinco años la institución ha mostrado desarrollos y avances en lo institucional. Hubo, por ejemplo, aumentos de dotación, mejoras a dependencias de la Prefectura El Loa y otros más recientes como la recepción de vehículos de vanguardia. ¿Usted comparte eso, ve cambios significativos?
Eso atiende a una mirada especial que la institución tiene con Calama y una constante preocupación por desarrollar un trabajo integral de Carabineros en la zona. Calama es muy importante y en eso la institución, a través de mi general Víctor Acosta, jefe de la II Zona de Carabineros, mantienen una atención permanente sobre la ciudad, su gente y por la familia de Carabineros en Calama y también en los distintos puntos fronterizos donde se resguarda la seguridad.
¿Es Calama una ciudad insegura, con problemas delictivos?
No. En eso quiero ser enfático. Calama es una ciudad que no tiene más ni menos problemas delictivos que cualquier otra comuna en Chile. Es una ciudad segura, tranquila, con márgenes mínimos de delitos y cuenta obviamente con hechos de connotación social -como en todas partes-. Pero en líneas generales es una ciudad que entrega mucha seguridad y tranquilidad.
Entonces, se podría decir que es una ciudad estigmatizada a nivel nacional.
En eso también quiero decir bien claro que Calama es una ciudad muy especial. Acá no existe eso de las tres 'p'. Si hay algo que quiero desmentir, y cosa que seguiré desmitificando es que Calama y su gente tienen estigmas. Por el contrario, acá pese a sus características geográficas, del clima y otras variables la vida es muy apacible, tranquila, buena. Eso es algo que siempre, y tras estar acá cinco años, es algo que siempre compartiré. Las bondades de una ciudad única.
Sociedad
Usted siempre ha destacado que la seguridad es un fenómeno complejo, que debe ser abordado de acuerdo a los contextos y sobre todo con la participación de la sociedad.
Eso es una apreciación general. Hoy la sociedad debe organizarse, comprenderse y junto a las policías hacerse parte de esta tarea. Mientras más involucrada esté la comunidad en este tema, se abordarán mejores políticas públicas, acciones y sobre todo comprender que es una labor conjunta. Una sociedad empoderada de estos temas, es sin duda, más segura, se articula mejor para combatir al fenómeno delictivo
¿En este sentido cuál es el desafío en materia de seguridad de Calama?
Varios, son constantes y también van cambiando, pero adaptarse a nuevas formas de organización conjunta de la sociedad, el apoyo que debe brindarse al trabajo policial y ante todo organizarse para estos efectos. Ahí creo radica un punto clave y que tiene relación con que la ciudad se haga parte importante de la seguridad. No dejar todo a la misión institucional de Carabineros o la Policía de Investigaciones. Hay que ser parte y colaborar desde la organización.
¿Fue un problema el no contar con cámaras de seguridad activas y operativas en el centro?
Hoy Calama cuenta con poco más de 40 cámaras de televigilancia en distintos puntos. Obviamente nos hubiera encantado poder contar con las que están ubicadas en el sector centro, pero limitar la labor de seguridad sólo a estas herramientas no es todo. Pero ello debe estar también acompañada con más personas a cargo de su monitoreo, de mantenciones y operatividad. Ahí la ciudad y las autoridades también deben desarrollar una tarea permanente.
Narcotráfico y fronteras
¿Cree usted que nuestra condición fronteriza es la que acapara el mayor de los desafíos para Carabineros?
Es muy importante sin duda alguna. El tráfico genera delitos asociados al crimen organizado, bandas con alta coordinación, pero también devela otros hechos. Hay que preguntarse ¿por qué nuestros jóvenes, nuestra sociedad consumen sustancias ilícitas". Ahí hay un trabajo que también debe complementar este tema complejo. Abordarlo desde lo social, las políticas públicas e instituciones. El tráfico no es un tema sólo policial y que abre aristas muy interesantes para la sociedad.
Alguna vez un militar que visitó el río Silala dijo "El Ejército llega donde Carabineros no llega" ¿comparte esta mirada teniendo en cuenta que Carabineros tiene ocho retenes y puestos fronterizos?
No tengo ninguna opinión sobre ese comentario. Pero si puedo decir que Carabineros desde hace noventa años vive y muere vigilando las fronteras de la nación y sobre ello la evidencia es más que abundante. Al final del día, todo aporte a la protección de nuestra soberanía, extraordinario al de Carabineros de Chile, es importante. Sin embargo, todo ello siempre se hará sobre la base del trabajo estratégico y permanente que realiza Carabineros de Chile. Luego, no existe para Carabineros ningún punto inalcanzable o desconocido de nuestras fronteras y somos guías para otras instituciones de cómo llegar a ellas.
En cuanto a la migración asociada al fenómeno delictivo ¿le preocupa la forma en que se está dando el debate entre migrante y seguridad?
Esa es una discusión en la cual no me corresponde involucrarme, pero si puedo señalar, criminológicamente hablando y desde una perspectiva absolutamente estadística, que la incidencia de inmigrantes en la autoría del total de delitos, por lo menos aquí en El Loa, es muy marginal. Luego, la base del problema del fenómeno delictual que posee la provincia o su capital, no tiene su fuente en los grupos de inmigrantes.
¿Le queda alguna misión incompleta?
Hay deberes que siempre están. El servir a la comunidad es un desafío permanente, que se renueva y se mantiene vigente siempre, no caduca. Y creo que eso es parte de ser carabinero, el estar siempre atento a los hechos, metas y objetivos que la sociedad tiene siempre, por lo tanto creo que hay deberes que nunca acaban.
¿Y qué desafíos deberá asumir el nuevo mando en Calama?
Bueno el nuevo prefecto, el teniente coronel Edgardo Ponce, viene realizando un trabajo muy importante durante este año. Desde su llegada se ha interesado y vinculado mucho con la gente de la comuna, con los temas propios de seguridad pública y ha colaborado mucho en esto. Eso significa una gran ventaja, pues en cuanto asuma podrá tomar decisiones estratégicas en forma inmediata pues él ya tiene un diagnóstico claro. El será un gran aporte en materias de seguridad pública y siendo yo su actual Jefe puedo señalar que es un oficial jefe de excelencia, prudente y proactivo.
¿Volverá a Calama, como uniformado o quizá como civil?
Obvio. Volveré acá dejo muchos amigos, historias increíbles. Acá forjé y comprobé que Calama es una ciudad especial, con atractivos y virtudes únicas. Como carabinero o civil regresaré, Calama ha sido una ciudad muy acogedora, sobre todo para mi familia, tengo un hijo calameño, y me llevaré algo de ella y que siempre estará ahí, acompañándome.
"Volveré acá dejo muchos amigos, historias increíbles. Acá forjé y comprobé que Calama es una ciudad especial, con atractivos y virtudes únicas. Como carabinero o civil regresaré, Calama ha sido una ciudad muy acogedora, sobre todo para mi familia y me llevaré algo de ella y que siempre estará ahí, acompañándome."."
"Si hay algo que quiero desmentir, y cosa que seguiré desmitificando es que Calama y su gente tienen estigmas. Por el contrario, acá pese a sus características geográficas, del clima y otras variables la vida es muy apacible, tranquila, buena"."
30 años de servicio a Carabineros registra el coronel Jorge Tobar, experiencia que acumuló por pasos en Santiago, y en complejas zonas de la capital.
10 de enero a más tardar deberá comenzar sus nuevas funciones en la IV zona de Coquimbo donde reforzará el alto mando de esa región y avalado por la experiencia en Calama
5 años estuvo el actual prefecto de Carabineros de El Loa en Calama, y es su destinación más larga desde que comenzó a recorrer el país como oficial de la institución.