La ley de Tolerancia Cero Alcohol modificó el año 2012 las sanciones a quienes conduzcan bajo la influencia del alcohol o en estado de ebriedad. De esta manera se podrá sancionar duramente a aquellas personas que manejen tras haber bebido alcohol a partir de los 0,3° de alcohol por litro de sangre.
Aún así, sigue siendo un problema, porque lo conductores igual continúan conduciendo pese a beber alcohol, burlando controles policiales y no teniendo conciencia del problema.
Y este fin de semana en Calama tuvimos que lamentar la muerte de un excadete de Cobreloa de 1e además no se habría percatado de lo ocurrido.
Resulta decepcionante que con toda la información disponible, de conocerse masivamente esta ley, y de las diversas campañas que se realizan en todo el país por Carabineros, aún existan personas que ni siquiera teman a las sanciones legales y al extremo de poner en riesgo la vida de otras personas.
La Ley Tolerancia Cero Alcohol en su artículo 196, manifiesta que si se causaren las "lesiones indicadas en el artículo 397, Nº 1, del Código Penal o la muerte, se impondrá la pena de reclusión menor en su grado máximo, multa de veintiuno a treinta unidades tributarias mensuales y la suspensión de la licencia para conducir por el plazo que determine el juez, el que no podrá ser inferior a treinta y seis ni superior a sesenta meses".
La reclusión a que se refiere en este texto, equivale a tres años y un día de cárcel hasta cinco años.
Sería lamentable tener que volver a aplicar la vieja Ley de Talión, para poder comportarnos, para poder tener respeto por los otros, para acatar las leyes que nos rigen.
En las cercanías de las festividades de fin de año, tenemos el deber como sociedad de participar en la tarea de alentar a los que beben para que no conduzcan, y que busquen otra manera de trasladarse a su destino, para evitar tragedias como la ocurrida el fin de semana y que le costó la vida a un joven de 19 años y que regresaba a su hogar.