Y había motivos. El ex seleccionado uruguayo que inmortalizó actuaciones en el viejo estadio municipal de Calama llegaba hoy a un escenario nuevo, uno que pese a la modernidad no deja de atesorar recuerdos.
"Es muy bonito lo que construyeron y a uno le trae muchísimos recuerdos porque está en el mismo lugar, la entrada es muy similar a la de antes... Viví tantas buenas cosas acá", recuerda el "Trapo".
¿Y cuál es el mejor recuerdo que se viene a la mente?
La verdad, no es un día específico. Uno se acuerda que acá recibió mucho cariño, mucho reconocimiento de ese cercano. La gente de Calama siempre me entregó mucho y traté de devolvérselo dentro y fuera de la cancha. Por eso quise que el libro se lanzara acá. Porque aún me quedan amigos y recuerdos imborrables acá.
¿Y el peor?
Hubiera sido lindo retirarse acá, es lo que siempre quise pero tuve que hacerlo en Deportes Iquique. Tuve la intención de retirarme en Cobreloa pero el DT de turno no me dejó. Ya está, ya fue. No guardo rencores porque finalmente, el fútbol tiene esas cosas...
¿Ese fue "el pago de Chile" de este club con un ex jugador tan emblemático?
La verdad es que "el pago de Chile" yo lo sentí mucho después, cuando tuve un proyecto de jugadores jóvenes donde salieron entre otros Eduardo Vargas y después, Augusto González y Juan George que eran dirigentes me dijeron que el proyecto había fracasado y que me tenía que ir. Esa vez sí sentí que el club me dio vuelta la espalda...
Presente
Olivera sufrió en carne propia el descenso de Cobreloa, un club que defendió en sus mejores años, cuando se instalaba en la primera escena del continente. Por eso, lamenta el momento del club minero.
"A uno le da pena, porque este equipo era tan poderoso, nos tenían un respeto tan grande. Acá nadie nos ganaba y ver cómo con los años hay gente que ha ido destruyendo lo que se hizo en ese tiempo es muy triste", confidencia.
¿Cómo vivió el descenso?
Imagino que como todos los hinchas, con una amargura tremenda porque nadie pensó de verdad que eso podía suceder. Yo jamás me imaginé que Cobreloa iba a jugar en segunda división. Pero también fue el desenlace de algo que se veía venir, de una serie de errores en los manejos del club, uno que tenía tanto dinero y capital de todo tipo y se terminó despilfarrando.
¿Y quién es el responsable?
Sin duda que hay gestiones de dirigentes que no se hicieron bien. Hay gente que se robó parte de este club, que se quedó con plata y eso lo saben todos. Muchos directivos no debieron llegar a cargos importantes pero lo hicieron y allí tuvieron acciones que la institución las terminó pagando en el largo plazo.
¿Ve futuro de este club en Calama o cree que hay que venderlo y llevárselo a Santiago?
Cobreloa siempre fue Calama, fue de la gente de Calama. No me quiero imaginar lo que sería esta ciudad sin su equipo de siempre. Ojalá vuelvan los buenos tiempos y lo veamos en Primera División.
Autor es sobrino del histórico crack
Enzo Olivera nació en un entorno de fútbol profesional. Su abuelo y dos de sus tíos fueron jugadores en épocas doradas del balompié uruguayo. Y en la tienda "Trapo Deportes" de Osorno, de propiedad se su padre pudo conocer de historias de las que nunca fue testigo presencial, pero que atesora como suyas. "Hace cuatro años decidí que quería escribir este libro porque mi tío -Washington- es quien me inspiró a estudiar periodismo y dedicarme a cubrir el fútbol", dice el corresponsal de Gol TV y ADN Chile en Barcelona, uno que viajó desde Cataluña para estar en la presentación de esta obra que resume como "un sueño cumplido". "El 'Trapo' vivió en la época en que Cobreloa pagaba mucho dinero y él llegó a la cúspide, defendiendo hasta a su selección nacional. Siempre tendió una mano, siempre estuvo para todos y hubo gente que se aprovechó de él. Entonces, cuando vi que este ejemplo de mi niñez estaba viviendo en Uruguay con prácticamente nada para comer decidí contar su historia. Como una manera de hacerle justicia" declara el periodista. Enzo respetó la decisión del "Campeón" -como llaman al ex jugador en su familia- de presentar el libro en Calama. "Fue su decisión y nunca se puso en duda. A él no le importaba si venía mucha o poca gente", concluye.
No pudo aguantar las lágrimas de emoción. Washington Olivera, el recordado "Trapo" que inscribió su nombre en la historia grande de Cobreloa con tantos goles históricos -los más recordados a Nacional y Peñarol en el Centenario de Montevideo -8 y 13 de octubre de 1981- tuvo que secar las lágrimas en varias ocasiones, mientras su sobrino Enzo, autor de "El Trapo, la verdadera historia de Washington Olivera" revelaba pasajes y anécdotas de esta compilación de historias humanas y deportivas.
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