Etiquetado
Se ha hecho escándalo por el etiquetado con sellos negros que advierten la malignidad de ciertos alimentos. Unos opinan que la referencia debe hacerse por porciones, otros por cada 100 gramos. A la mayoría de nosotros, humildes "consumidores", ese debate y esas etiquetas no nos van ni nos vienen. Todos sabemos que la mantequilla tiene alto contenido de grasa, que los chocolates rebosan azúcar y que las cecinas se curan en sal - no somos tan tontos después de todo.
Visto así el asunto, la protección que pretenden brindarnos los burócratas resulta redundante. En este ámbito no requerimos toma de razón de la Contraloría.
El verdadero peligro no está en este inconducente debate de las etiquetas, sino en el riesgo que el Estado termine decidiendo lo que debemos comer, en lugar de aplicarse a su legítima obligación, que es educar, convencer por la razón, no por la fuerza.
Juan Enrique Pimentel
Navidad 2016
¿Cuál es la historia de esa arriscada de nariz que decide en un segundo si alguien es digno de estar en mi circuito o no, si alguien será tratado como un par o abandonado?
Es un mar oscuro la arqueología de los prejuicios. Desde la ciencia se les entiende como simplificaciones del mapa mental, un ahorro de energía en la toma de decisiones. En este caso el ahorro mental y nuestra pereza, tienen una razón profundamente ideológica. Pero una simple campaña de Navidad, como "Voces sin Prejuicio", propone el ejercicio espiritual de la lucidez frente a los propios prejuicios. Es un primer paso.
En el Hogar de Cristo y en las fundaciones que trabajamos junto a comunidades excluidas, nos vemos golpeados por el poder homicida de los prejuicios. Estos deciden que una agrupación de ahorrantes por la vivienda no sean recibidos en la ciudad, sino enviados al descampado. Y esto es homicida porque enviar a vivir lejos de la posta, de Carabineros, de la locomoción colectiva o del trabajo, es enviar al segregado a morir. También lo es criminalizar al comunero mapuche que sin tierra autogestionada, ve cómo su cultura simplemente se muere. Lo es el sesgar la opinión pública para que sea razonable que el infractor se pudra en la cárcel. Porque efectivamente en la cárcel se maltrata y se mata.
De esta lógica deshumanizante, del ojo por ojo, vino a liberarnos Jesús. A la Navidad genuina, a la del nacimiento del Hijo de Dios en un establo, no podrán castrarla convirtiéndola en otra fiesta del niño o de los bonitos sentimientos. La Navidad es revolucionaria porque cuestiona la base del poder homicida de nuestros prejuicios. "¿Y de Galilea puede salir algo bueno?", dijeron de Jesús, cuando se supo que se había criado en la rural Nazaret. Han sido dos mil años de pactos de miedos nunca sincerados, queriendo amordazar la libertad de Dios que escoge al más pequeño para liberar de la arrogancia miedosa al más poderoso. Porque en esas personas a quienes habíamos estigmatizado, podríamos encontrar auténticos mentores de humanidad. Porque "el pobre es Cristo", si es que salimos de la pereza.
Pablo Walker sj, Hogar de Cristo
Punta Peuco I
Por años grupos radicalizados de izquierda exigieron perdón a los militares que participaron en violaciones a los dd.hh., hoy que un grupo encarcelado en Punta Peuco esta dispuesto a pedir perdon, no lo aceptan y no les interesa. ¿Quien entiende algo?
Luis Toledo Valdés
Punta Peuco II
Tenga o no tenga razón el actual Ministro de Justicia, queda que nuestra sociedad aún no supera y no superará pronto las heridas de la dictadura por la violación sistemática de los DD.HH. ocurridos en tal período. Nuestro sistema carcelario y penitenciario es paupérrimo, con severas diferencias entre delincuentes "ricos y pobres" o "conocidos y anónimos" y en un severo y brutal desconocimiento de realidad por parte de los tres poderes del Estado.
Si bien hay que reconocer avances en instalaciones carcelarias, la gran mayoría de reclusos no sólo pierde la libertad debido a una condena por un delito, sino pierde la dignidad humana, cuando sólo debió perder la primera. Un país que desea ser desarrollado debe avanzar para todos, incluido sus reclusos; más aún en el segundo país de América con mayor cantidad de presos per cápita.
Felipe Rojas Barrios
Camiones navideños
El otro día por casualidad me encontré con una caravana de camiones en avenida Granaderos. Encontré muy hermoso el trabajo que realizan las personas que dedican un tiempo para alegrar a los niños y animar esta hermosa festividad que es la Navidad. Espero que sigan con esta iniciativa.
Mariela Figueroa