10 años de una triste desaparición
Daniela Trigo, se perdió a los 14 años y tras una década aún se desconoce que ocurrió con ella. Los familiares no se cansa de luchar y piden a las autoridades judiciales que reabran la investigación para que puedan llegar a la verdad.
Diez años se cumplieron de la desaparición de Daniela Trigo. Su rastro se perdió cuando era una niña de 14 años y una de las más inquietas y que alegraba la convivencia familiar. Hoy sería una mujer adulta, quizás con una familia formada o desarrollando los proyectos que en esa etapa de su niñez aún no los tenía claro, pero que iban apuntados a explotar sus condiciones histriónicas.
Lamentablemente un 12 de enero de 2007, sus familiares recuerdan , salió en dirección a la casa de su hermana que está a pocas cuadras de su hogar y desde allí se le perdió su rastro. Se dio aviso a las autoridades y al poco tiempo se inició una extensa búsqueda, la que tras un década no arroja resultados positivos.
Resulta incomprensible que alguien se pierda, desaparezca como un fantasma dejando a toda una familia sumida en el dolor y sufrimiento. Más cuando se trata de personas jóvenes, que tienen a sus padres y que no tendrían razones aparentes para alejarse sin decir adiós.
Este caso en Calama es emblemático, porque desde que se conoció abrió una serie de interrogantes y otras tantas especulaciones las que nunca se respondieron o comprobaron.
Lo único cierto es que el destino final de la niña nunca pudo ser determinado. Pese a las diligencias con personal especializado en búsqueda de personas, con perros y ejecutando excavaciones y viajes a ciudades donde se pudo establecer alguna conexión. Incluso se recurrió a la participación de videntes, quienes entregaron sus teorías pero que no lograron esclarecer la verdad.
Hoy con más de 10 años, muchos ciudadanos se preguntan si este caso fue perpetrado por terceros, por qué aún no se encuentra a los responsables. ¿O es tan fácil hacer desaparecer a una persona aquí en Calama? Se preguntan.
Transcurridos tantos años ya nadie habla de una huida por propia voluntad, porque a estas alturas ya habría aparecido alguna pista de ellas al tratar de insertarse en la sociedad.
En consecuencia, la Justicia debiera esmerarse en encontrar pistas para reabrir este caso y llega de una vez a la verdad.