Durante los últimos años, hemos sido testigos del crecimiento de Calama, no sólo en tamaño, sino que además en cantidad de habitantes, en construcción y en el número de empresas, las que se han instalado en diversos puntos, sin tener un lugar fijo que aglutine las empresas ligadas, en su gran mayoría a los servicios de minería.
Actualmente el fisco es el dueño de más del 80% del suelo de la región, por lo que no hay acceso a terrenos industriales, incluso para fines habitacionales por eso hasta ahora no ha sido posible revertir esta situación, debido fundamentalmente a la política vigente de administración del suelo fiscal.
Otro factor importante es la poca información respecto a la realidad actual de terrenos fiscales disponibles en la zona, se hace impensable que el ministerio relacionado no cuente con un catastro de terrenos disponibles, ya sea para uso industrial o habitacional. En reiteradas ocasiones a través de las distintas reuniones realizadas con representantes de Bienes Nacionales se ha solicitado dicha información, la cual no ha sido posible obtener.
Por otra parte, dentro de la política actual de Bienes Nacionales, no se permite la enajenación de terrenos (venta), por lo cual, los actuales instrumentos de entrega son a través de concesión onerosa y arriendos, lo que es posible hacer, sin embargo, deja de ser atractivo para quien pretende desarrollar invirtiendo en infraestructura para una mejor producción, pues nada de lo que haga servirá como aval frente a los bancos.
Otra dificultad, aceptadas las condiciones de concesión o arriendo son las actuales condiciones en que son entregados estos terrenos, los que no consideran urbanización ni los servicios necesarios para el desarrollo empresarial.
Si bien, actualmente, el plano regulador considera un 13% de crecimiento en la superficie del sector de Puerto Seco, creemos que es una solución parche a la problemática de la escasez de terrenos para fines industriales.
Es importante que el sector público y privado seamos capaces de concentrar en un punto estratégico de la ciudad la mayor parte de los servicios industriales, para facilitar el acceso a las prestaciones que entregan las empresas locales que opten por instalarse definitivamente allí.
Carlos Ramírez Leaño,
presidente de la CChC Calama