Molestia
Quiero expresar mi decepción por la respuesta que me entregó el Departamento Andino de la Municipalidad con respecto a la FEPLOA.
Yo he participado varios años en esta feria como también en feria de la biodiversidad, mostrando mis artesanías que he logrado aprender con los talleres barriales y como autodidacta, éstas son con lanas naturales y material de nuestra zona, como semillas, cobre, maderas etc., también hago las galletas artesanales de quinua, betarragas, zanahorias, choclo.
Este trabajo me ha permitido ayudar con un pequeño grano de arena a mi familia.
Siempre estuve con los pequeños emprendedores pagando el impuesto de SIl.
Cuando me comunicaron que había quedado aceptada para participar en la feria, me sentí muy feliz , pero vino mi decepción al leer el correo y calculé el cobro de los 10 días ($120.000 a 130.000). Lamentablemente a nosotros, que estamos como pequeños artesanos, nos colocaron a la misma altura de aquellos que vienen de afuera de la ciudad, aquellos que ya son grandes empresas o emprendedores, a los que sus ingresos por las artesanías son mucho más que las nuestras, aquellos que llevan años en su rubro y que están consolidados.
Yo no pretendo hacerme rica con este trabajo, solo quería la oportunidad para ayudar a mi familia y mostrar lo que hago con mucho cariño y sacrificio.
Pienso, que estas instancias son las que la municipalidad tiene que apoyar a su gente, a los que estamos aquí, en esta zona tan inhóspita para vivir.
Yo siempre quise mostrar a la gente mis proyectos para sentirme bien conmigo y poder ayudar a gente que quiere aprender de lo que yo hago, por eso es mi gran decepción y molestia.
Creo que el objetivo de toda administración es eso; el apoyo directo a los calameños y creo en eso. Por este motivo que le escribo para hacer sentir el dolor, impotencia y decepción que en este momento siento.
Hoy, tengo que dar la respuesta de mi participación al Departamento Andino y lamentablemente tengo que decir que no y no porque no quiera sino porque no puedo, mis ganancias de no me permiten costear el pago y obtener algo para mí.
Sin otro particular se despide de usted, agradeciendo haya podido leer mi carta.
Irma Espinoza García
Humor en Viña I
Comparto con ustedes, más allá de las apreciaciones políticas, mi desagrado por la rutina del humorista de Viña que se burló de quienes hacen su servicio militar o ingresan a escuelas matrices.
Esos soldados que este humorista buscó ridiculizar son los mismos que salieron a las calles un 27 de febrero con un terremoto y tsunami que asoló a Chile. Son los mismos que mal equipados partieron a la frontera en 1978 dispuestos a dar sus vidas por su Patria. Son los mismos que han estado combatiendo el fuego, reconstruyendo, tendiendo agua y sirviendo en terrenos que fueron arrasados por los incendios...
No es justo buscar denigrar un joven de 18 años que se emociona cuando escucha los sones marciales de su canción nacional, no es justo ridiculizar a un joven, o ya un adulto que deja su familia para acudir en el llamado que la patria requiere, no es justo para sus hijos y esposa que no duermen pensando en su papá...
No me parece justo que se agarre para la chacota a quienes les asignan tiempo extra de trabajo y no le pagan ni una sola hora extraordinaria en beneficio de su propia familia y que finalmente ven recompensa en su jubilación y sistema de salud.
Honor y gloria a quienes visten o han vestido y servido a nuestro país.
Claudio Roman
Humor en Viña II
La rutina humorística de Juan Pablo López en el Festival de Viña, de seguro a muchos les recordó a sus primeros jefes y sus ex compañeros de trabajo, con sus buenas y las no tantas, al jefe mañoso, al "sabelotodo", al mal genio, al "ayatola" (el que hallaba todas las "cosas" malas) y a los compañeros que vendían de todo, discos, zapatos, longanizas y pescados. Todos tuvimos nuestros propios Jefe Wilson y compañeros como el "Chico García" ….
Un afectuoso recuerdo para "Malton" y al "Beto" Páez…respectivamente
Luis Enrique Soler Milla
El gol de Paredes
Parece increíble pero en la actualidad siguen los intereses creados en el fútbol para favorecer a los grandes equipos y a sus jugadores referentes. Uno de ellos el ocurrido el último fin de semana donde se le obligó al árbitro Franco Arrué a cambiar la autoría del gol de Jaime Valdés a Esteban Paredes, cuando las imágenes revelan que Paredes no tuvo ni idea que pasó en la jugada del gol.
Milton Bracamonte