Alegría, alegría…que viva la challa y el carnaval
Se terminaron las vacaciones y todos nos preparamos para empezar un nuevo año de trabajo y escolar.
Nuevamente sentimos vibrar nuestros corazones al escuchar a las bandas de bronces y en la TV viendo desfilar las escuelas de samba en Río de Janeiro y las diabladas, morenadas, tinkus etc., en Oruro. Recordamos cuando viajábamos desde Calama en el tren Internacional de Bolivia a celebrar el carnaval y a la Virgen del Socavón; hoy Patrimonio viviente de la Humanidad.
Siguiendo el ritmo del desfile, cayó la lluvia y el agua jugó a la challa con los participantes; igualmente cayeron muchas gotas de lluvia y relámpagos en Ayquina y pueblos del Alto El Loa, San Pedro de Atacama, recordándonos años atrás cuando nos desafiábamos en los barrios y campamentos para jugar a la challa. Sacábamos a la calle: bateas donde se lavaba la ropa, tarros para acarrear agua, recipientes para lanzarnos agua y mangueras. Parecido a lo realizado en Calama, asistió el alcalde Daniel Agusto día atrás. También jugábamos tirándonos proyectiles con harina. Se elegían y coronaban como hoy a reinas y reyes, finalizando con bailes donde se tiraba papel picado y serpentina.
En los pueblos atacameños de Toconao , Machuca, Talabre, Río Grande, y otros; se celebra toda la semana el carnaval, fiesta cristiana a 40 días de semana Santa y prehispana con el "talatur" agradeciendo a la pachamama, agua, cerros y antepasados. Dos varones el carnaval y la carnavala, avivan los ánimos de los vecinos representando al espíritu del carnaval.
Los patriarcas y alférez organizan la fiesta invitando a almorzar a los participantes sirviendo patasca preparada con granos de maíz pelados cocidos, papa, carne y zapallo. Se bebe aloja hecha de vainas de algarrobo, y se hornea pan amasado. Se visitan las casas con comparsas, payando coplas a los dioses tutelares y a la alegría. "Como llegó el carnaval/ dame la careta/ ponte el disfraz/alegría, alegría…"
Pero todo finaliza el miércoles cuando el sacerdote al ponernos una cruz de cenizas en la frente nos recuerda "que polvos somos y que en polvo nos convertiremos".
Se terminaron las vacaciones y todos nos preparamos para empezar un nuevo año de trabajo y los escolares deberán volver a estudiar.
Nancy Monterrey,
Escritora