Quienes vivimos en esta ciudad sabemos lo difícil que es para las familias de clase media acceder a una vivienda. Durante muchos años, por parte del gobierno, no se construyeron al ternativas para este segmento de la población, quizás por la falta de una política directa que beneficie a este grupo.
Luego, durante el período del súper ciclo del cobre, llegaron muchas empresas constructoras a desarrollar proyectos inmobiliarios, lamentablemente a precios inasequibles para una familia cuyo promedio de sueldo no supera los $800 mil y que, además, no trabajan en el área de la minería.
Es por esta razón que el anuncio realizado por el intendente regional, Arturo Molina sobre la búsqueda de terrenos que permitan construir más viviendas, es una muy buena noticia y le da esperanzas a los loínos que llevan años esperando por el "sueño de la casa propia".
La búsqueda de terrenos es una de las medidas que el gobierno incluirá en un plan de viviendas que se está trabajando y que estará destinada para la clase media, en el que también se trabaja por ejemplo, en los requisitos para optar a una casa y que ahora incluirán a los solteros.
En el tema de los terrenos, sabemos que la ciudad posee varios sectores que se pueden utilizar para proyectos habitacionales, solo hay que sumar voluntad y gestión para que prontamente estén del todo disponibles, como es el caso del seccional Topáter, el que desde hace muchos años se proyectó como el epicentro urbanístico de Calama pero que hoy, y debido a diversas complicaciones, aún no ha podido concretarse.
El intendente regional es de Calama, fue concejal y alcalde de la comuna por lo que debe estar consciente de la realidad de la vivienda en la ciudad. Por ello es de esperar que esto no quede en solo buenas intenciones o estudios y análisis que duren años y años sin llegar a ejecutarse.
Los loínos y sobre todo los de clase media, que día a día se esfuerzan en su trabajo para mejorar su calidad de vida, se lo merecen.