Estudios realizados recientemente han demostrado que un buen rendimiento educativo está ligado entre otros aspecto a una alimentación saludable. Y este antecedente es clave hoy en día, cuando gran parte de los estudiantes no toma desayuno.
Pero además de la falta de hábitos sobre la frecuencia de las comidas, existe un profundo desconocimiento respecto de lo que es saludable.
Por este motivo, dos nutricionistas nacionales, desarrollaron una guía saludable para orientar sobre las nutrientes esenciales y la energía que necesita para mantenernos sanos.
El agua es uno de ellos, y hoy tenemos a muchos adolescentes y niños que no consumen el suficiente líquido, reemplazándolo por bebidas de fantasía, saturadas de azúcares.
De allí, el importante papel que deben cumplir los padres, en la orientación respecto a la alimentación adecuada, siempre y mejor aún si ellos también lo hacen.
El rendimiento y la mayor concentración de los alumnos está directamete relacionada con el tipo de alimentos que consumen, y para ello, la familia debe saber cómo alimentarse mejor, sin que implique aumentar los costos en este ítem.
Junto con una alimentación rica en proteínas, hidratos de carbono, lípidos, vitaminas, minerales y agua, es importante trabajar en una dieta sana y equilibrada, provenientes de fuentes saludables y limitar la cantidad de azúcares. Además, según los especialistas es imprescindible el consumo de carbohidratos complejos (legumbres, vegetales), que promueven el bienestar, la saciedad, sentimientos de seguridad, relajación y confianza. En definitiva una salud cerebral.
Esta es una tarea que requiere ser asumida con responsabilidad por nuestra sociedad, ya que debemos luchar con numerosas enfermedades de adultos que hoy están surgiendo en nuestra juventud, sin considerar la obesidad que afecta a un alto número de niños.
En definitiva, debemos velar por el crecimiento y desarrollo de nuestros hijos, pero en forma sana y sin dejarnos influir por la publicidad para alimentarnos.