Durante la tragedia que afectó al pueblo peruano en el mes pasado, la comunidad colombiana residente en la zona se organizó para apoyar a nuestros hermanos sudamericanos, pero aprendieron una importante lección, cuesta mucho enviar ayuda a través de los países.
Hoy, el golpe lo enfrentó la propia Colombia, que vivió un violento embate de la naturaleza que le costó la vida a más de cien ciudadanos, además de la destrucción de varias localidades por un aluvión.
Por ello, Benjamín Cruz, presidente de la comunidad cafetalera en Antofagasta está en conversaciones con tres ONG internacionales para coordinar un aporte monetario que vaya en directo beneficio de los afectados.
"Vimos que es bastante engorroso enviar mercadería tan lejos de Chile como lo hicimos con Perú, ahora hay que imaginarse lo que pasaría con Colombia, que es más lejos. Por eso, estamos tratando que la ONU, Cruz Roja u otra institución similar lleve el dinero; una vez que cumplamos con este trámite que nos asegure que la colaboración llegará al destino correcto, vamos a informar en los medios para que nuestros compatriotas y aquellos chilenos que lo deseen nos apoyen", manifestó.
Por ello, todavía no anuncian la cuenta en la que se podrán realizar los depósitos para colaborar.
Institucionalización
Cruz representa a la comunidad colombiana de Antofagasta, ya que en Calama no existe aún una coordinación para formar una institucionalidad que una a todos los residentes de la capital loína.
"Tenemos pensado en una dirigente de Antofagasta que también vive en Calama y que creemos que puede ser una líder en guiar este proceso y que finalmente nos unamos para conseguir metas en común y mantener la hermandad", manifestó Cruz.
Durante los próximos días se dará a conocer la metodología de ayuda en la que se podrá coordinar el apoyo a los ciudadanos de zonas, pues se sabe que existen muchos familiares de residentes que fueron víctimas de este desastre natural.
Las comunidades latinoamericanas se han apoyado durante los últimos fenómenos que han afectado a los países hermanos, como ocurrió en Chile y Argentina con los incendios y el envío de bomberos voluntarios colombianos a la zonas incendiadas y que se unen en otra causa común.