Se podrán dar muchos argumentos y posturas encontradas respecto a la presencia de perros callejeros y a la tenencia responsable de mascotas, pero lo cierto es que hoy cada ciudadano hace lo que quiere, y no se ha querido legislar seriamente para ordenar este problema.
Mientras esto ocurra, nuestro país estará con una sobrepoblación de perros callejeros que seguirán apareciendo en un escenario, en un partido de fútbol, en una ceremonia oficial, en un desfile militar y lo que es peor, atacando a personas y generando una mala salubridad en las calles producto de la rotura de bolsas de basuras y de sus fecas.
Esa es nuestra realidad, y todo lo que se siga haciendo no sirve de nada, sino hay leyes rigurosas, ordenanzas que se cumplan o no se sanciones a los dueños de perros que actúan con irresponsabilidad.
Por ejemplo, no debe ser más del uno por ciento de los que tienen mascotas que se dan el trabajo de limpiar la suciedad de sus perros en las calles. Es muy difícil encontrar a un propietario, recoger los desperdicios de su perro en una bolsita, algo que ya es muy común en otros países.
Todos tenemos claro que no podemos salir a matar perros callejeros a diestra y siniestra, pero de una vez por todas debe regularse la tenencia de mascotas, para poder ir reduciendo esta población que nos expone a peligros.
Que en un año se registren casi 700 mordeduras de perros en Calama (solo las denunciadas) es un hecho preocupante y que debe llevarnos a buscar soluciones reales.
El aporte de la comunidad en este problema, prácticamente es nulo, porque pese a todas las campañas de esterilización y chipeo de canes, no se logran buenos resultados.
El tema se está escapando de las manos y las autoridades deben apurarse en buscar soluciones junto con la comunidad y proponer medidas efectivas y proyectar planes en un plazo definido con el fin de medir los resultados.
Es de esperar que en algún momentos los responsables tomen en serio este problema.