Holans Calderón Vargas
A un costado del Paseo Peatonal Ramírez se encuentra el Pasaje Pablo Neruda, el que en otro momento se llamó el Pasaje Municipal es ahora un punto de encuentro para la comunidad colombiana que se muestra con instalación de diversos negocios que han tenido mucho éxito.
No tiene carácter de oficial, pero este lugar concentra varios condimentos para transformarse en el punto de encuentro de estos extranjeros, que utilizan estos servicios y que le han cambiado la cara de este céntrico rincón de Calama escuchando en cada puesto cumbias u otros ritmos tropicales, además, las camisetas amarillas son parte del paisaje que dejó atrás el pasado de este lugar, que años atrás era considerado uno de los más peligrosos de la ciudad.
Respecto a esta revolución caribeña, Lorena Riquelme, dueña de la joyería Chevalier, quien es chilena y que lleva más de una década trabajando en dicho sector y ha vivido la evolución de una arteria emblemática de la comuna.
"Acá todos estos extranjeros son muy respetuosos, vienen a trabajar y punto, aunque debo admitir que tienen algunas actitudes a las que nos hemos tenido que acostumbrar", manifestó la comerciante.
Cultura
Riquelme, comenta que los nuevos vecinos tienen costumbres muy diferentes a las que tenía con los antiguos comerciantes, por ejemplo, es que hablan mucho más fuerte que los chilenos cuando están en grupo.
"Uno está trabajando y siente un griterío en la calle, uno se asoma para ver la pelea, pero ellos solamente están conversando de lo más normal. Son muy respetuosos y uno igual se acostumbra a esos detalles", cuenta Riquelme, al tiempo que escucha una cumbia por su radio.
Peluquerías, salones de manicura, tiendas de costura, son algunos de los negocios instalados y a los que les está yendo muy bien, puesto que están cargados con servicios que los propios cafeteros han instalado en Chile, como el pintado de uñas y los cortes de pelo con estilo que son muy requerido no sólo por colombianos o colombianas, sino que nuestros compatriotas también están prefiriendo estas novedades.
Punto de encuentro
Andrea y Andrey Cañas, son madre e hijo provenientes de Cali, ella lleva siete años y él dos, ambos se complementan en el trabajo remendando ropa en el local "La Caleñita", allí dicen que se están generando lazos de hermandad entre los locatarios al tiempo que Andrey estudia Ingeniería en Minas en la capital minera.
"Siempre conversamos entre nosotros porque tenemos mucho en común y nos sentimos más en casa mientras nos cuidamos entre nosotros, nos hacemos compañía", explicó el joven.
Proveniente de Buenaventura, Mariza Vergara, se siente muy bien en los dos meses que lleva instalada en el pasaje, puesto que junto a sus amigas y compañeras se están haciendo de bastante clientela con su local "Las Cirilas", puesto que cada vez es más popular realizar un elaborado pintado de uñas.
"Nos encanta trabajar en este lugar, las chilenas que llegan son muy amables, pagan lo que tienen que pagar y sin regatear, también es gracias a que hay muchos compatriotas que lo pasamos súper bien acá, me llevo excelente con todos ellos", expresó la trabajadora.
La ubicación tan céntrica, sus bancas y su lindo entorno permiten que este espacio sea agradable para compartir, lo cual logra convocar a diversos clientes que se reúnen a conversar y debatir sobre la actualidad del país cafetero, teniendo como ejemplo lo vivido durante la semana pasada con el aluvión que azotó varios poblados y que cobró la vida de más de cien pobladores.
Allí también trabaja uno de los líderes de la comunidad colombiana en Calama, como es Washington Caicedo, más conocido como "El Kini", quien tiene una peluquería en el mismo sector junto a varios amigos.
Una joven que lleva poco tiempo en la comuna es Heydi Mendoza, colombiana que hace dos meses arribó a Calama y declara que esta ciudad se ajusta a sus anhelos, sobre todo en materia laboral, que fue la razón por la que se vino a Chile con la esperanza de construir un mejor futuro en la comuna minera.
Aunque todavía no han llegado al punto de organizarse para ver partidos de su selección, o formar una colectividad como ocurrió en Antofagasta, este pequeño rincón de la comuna se está transformando en un espacio con un tono diferente, incluso hay un local que está pintado con la tricolor azul, amarilla y rojo que caracteriza a estos ciudadanos.
Daniela Orobio, realiza manicuras y desde hace dos años que está en la zona, opina que este es un lugar especial dentro de la comuna, a lo que se suman algunos locales nocturnos en donde los ritmos de la cumbia y la salsa se hacen presentes para animar la fiesta caribeña de los extranjeros que vienen a buscar fortuna en Calama.
La capital loína dejó de ser la misma, es una localidad cosmopolita que recibe ciudadanos de gran parte del planeta, pero los vecinos sudamericanos son los que están dejando su huella por la ciudad, así como lo han hecho los bolivianos y peruanos que también forman parte de la Tierra de Sol y Cobre.
"Me gusta estar en Calama, aunque hace falta más espacios de esparcimiento para las familias y que sólo esté el Mall".
Daniela Orobio, Manicurista"
"Calama nos ha recibido muy bien, de a poco nos estamos haciendo de una buena clientela que nos busca en este pasaje"
Andrey Cañas, Estudiante"
"Yo me llevo súper bien con todos los que están en este pasaje, nos tenemos que cuidar entre nosotros".
Mariza Vergara, Manicurista"
De Pasaje Municipal a Pablo Neruda
El otrora Pasaje Municipal, era considerado uno de los puntos más peligrosos de la comuna, ya que sus rincones eran mal utilizados por los pobladores como por ejemplo, para hacer las necesidades básicas, también se consumía droga. Luego de una renovación del espacio y el cierre de los accesos durante la noche, cambió el perfil del ahora Pasaje Pablo Neruda.
Variados hechos de violencia se registraron por años en esta arteria, pero la acción de las autoridades permitió embellecer y preservar uno de los rincones emblemáticos de la comuna.
"Llevo dos meses en Calama y me gusta, es una ciudad pequeña y es lo que estaba buscando para vivir afuera".
Heydi Mendoza, Manicurista"