Cada día la cultura sísmica de los loíno es mejor, y se puede advertir que frente a temblores de gran magnitud se percibe un grado de preocupación, pero la conducta de los habitantes es de tranquilidad y no se advierten situaciones de pánico.
Incluso, muchos no le dan importancia a los temblores y continúan con su vida en forma normal.
En la última semana, en Calama se percibieron cinco movimientos sísmicos, siendo el mayor de 6.2 grados, con epicentro cerca de Talabre.
Además se ha podido observar que las redes de emergencia comienzan rápidamente a transmitir información desde diversos puntos de la provincia, para dar a conocer lo que acontece y si se registran situaciones de emergencia. Esta situación también genera tranquilidad en la población, porque sabe realmente qué está ocurriendo.
Ahora, lo importante es que la comunidad sepa también qué hacer en cuanto a lugares para resguardarse, cómo estar más seguros y qué medidas de prevención debe adoptar, como cortar la red de gas, entre otras, en caso de sismos de gran magnitud.
Un tema es la tranquilidad que se pueda tener frente a un temblor, pero lo segundo es saber protegerse y qué hacer cuando toda la familia está dispersa al momento de un sismo.
El mejor consejo, es que la familia converse de estos temas, planifique cómo enfrentarlos, qué hacer en caso de una emergencia real y sobre todo, cómo preservar la vida sin exponerse a situaciones de riesgo.
Todos los sismos registrados en estos últimos días, son normales en la zona, y no son un presagio de nada, por lo que la comunidad no debe preocuparse innecesariamente frente a estos hechos, según advierte la autoridad de la Onemi.
Otro aspecto es no confiarse demasiado frente a un sismo, sino que siempre tomar los resguardos necesarios y las precauciones básicas que ayuden a evitar cualquier tipo de accidente.
De seguir estas indicaciones, estaremos preparados para enfrentar cualquier emergencia.