Decenas de miles de venezolanos asistieron ayer a la "marcha del silencio", convocada en Caracas por la oposición al Gobierno Nicolás Maduro, para manifestarse en contra de la represión y para rendir homenaje a los que han muerto en el marco de las protestas.
Los opositores salieron a marchar en medio de una fuerte presencia en las calles de cientos de policías y guardias nacionales que bloquearon la mayoría de los accesos al centro de la capital. Sin embargo, por primera vez después de tres semanas de protestas, las autoridades permitieron a los opositores marchar hacia la sede de la Conferencia Episcopal venezolana.
Lilian Tintori, esposa del dirigente opositor preso Leopoldo López, encabezó la movilización y pidió "a los que dan las órdenes de reprimir" que no lo hagan. "No queremos más dolor, no queremos más confrontación, esta es una marcha en paz, en absoluto silencio (...) pensemos en los más necesitados, pensemos en los que ya no están, pensemos en los que están presos", dijo.
La movilización fue convocada por la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) para protestar contra la "represión" y la veintena de muertos que han dejado las manifestaciones.
Las tensiones se intensificaron esta semana luego de las multitudinarias marchas que hizo la oposición entre el miércoles y el jueves en Caracas y otras ciudades del interior, y los saqueos de decenas de comercios que se registraron el jueves en la capital, donde murieron 11 personas. Durante la noche del viernes se reportaron nuevas protestas callejeras.