Naturalizar la avivada
La acusación de espionaje con cámara hecha sin pruebas por Germán Cavalleri sobre Pablo Guede, incendió la semana antes del partido entre Colo Colo y Palestino. Muchos dijeron que espiar es algo que se ha hecho por muchísimo tiempo y que, por lo mismo, no es escándalo. Aún así, Blanco y Negro tuvo que sacar un comunicado negando las acusaciones de Cavalleri, mostrando que para ellos era importante proteger la honorabilidad del club y de Guede. El punto es que hace rato que la ética en el fútbol camina por un cuestionable límite y no porque algo sea 'normal', necesariamente es correcto.
El fútbol está lleno de prácticas reprochables que se han naturalizado como "picardías" y que tienen nada que ver con el espíritu deportivo. Esto también incluye realizar acusaciones del tipo que sea, sin presentar pruebas. Igualmente, aunque sea una maña vieja y normalizada, y más allá de si Guede lo hizo o no, el espionaje en el fútbol queda pésimo. Por algo Colo Colo se molestó en emitir un comunicado defendiéndose. Bielsa lo hacía y no se lo voy a celebrar. Lo mismo Sampaoli. Conocida es la anécdota de José Pekerman devolviéndole al casildense la cámara que encontró en su práctica antes de un duelo clasificatorio mundialista. Y más conocida aún era la paranoia con la que Sampaoli cerraba calles y ponía mallas de kiwi en Juan Pinto Durán, obsesionado con protegerse de lo mismo porque, claro, quien no actúa de modo confiable, cree que los demás hacen lo mismo.
Francamente, no me imagino a Joachim Löw, ni a Pep, ni a Ancelotti o Zidane mandando espías disfrazados de escolares o escondiendo camaritas para ganar sus títulos. Y dudo que tampoco marque la diferencia. De hecho, desde Europa me dicen que si bien es algo posible, casi no se conocen casos al respecto. En 2013, un entrenador juvenil del Genoa fue descubierto espiando a la Sampdoria justo antes del derbi genovés por Serie A. El tipo dijo que había sido una iniciativa personal y el club lo suspendió porque nadie considera el espionaje como algo aceptable, sino más bien como una práctica antideportiva y avergonzante.
Pero supongo que esto no terminará pronto. Si los celulares con cámara facilitaron esta mala práctica, ya me imagino lo que puede pasar con los drones. Será cosa de tiempo enterarnos del primer caso, sólo hará falta saber quién será el DT que debute con la avivada.
Cecilia Lagos
"No me imagino a Joachim Löw, ni a Pep, ni a Ancelotti o Zidane mandando espías disfrazados de escolares o escondiendo camaritas para ganar sus títulos"."
*Cecilia Lagos es periodista deportiva. Ha colaborado con medios como ESPN y el Daily Mirror y fue rostro de esa área en TVN.