Respeto de derechos
A vista y paciencia de las autoridades y en atropello de los derechos de la ciudadanía, personas en condición de calle, se permiten tomar posesión en cualquier sitio, contaminando el medio con malos olores y peor imagen.
Esto ocurre en plazas, parques y plazoletas, incluso fuera de supermercados y próximo a locales de comida, lugares públicos. Entre ellos hay quienes tienden colchones y levantan carpas que son verdaderas 'tomas' y usan carros de supermercados como cómodas o muebles con rueda que creo que los dueños no les han vendido.
Otras personas dejan vehículos que ya no usan, estacionados, botados, deteriorándose en cualquier calle.
¿Qué está ocurriendo con la conciencia cívica que se orienta a una buena convivencia social en el seno de la comunidad? ¿Qué pasa con el interés en el ámbito de la globalización de fomentar el turismo? Esta permisividad a personas que no respetan al prójimo. ¿Es respeto a sus derechos o desidia de las autoridades en el cumplimiento de sus deberes?
Rubén Rodríguez T.
Pensiones
Una sinvergüenzura sin nombre lo de la falsa invalidez, las pensiones repetidas, etc., en Capredena y Dipreca. Los sistemas de reparto (con generoso aporte fiscal) son vulnerables ante los vivos, pero estas avivadas tan groseras escapan a toda "normalidad". Sospechosamente alguien salió a decir que "era antiguo" y que "ya se había corregido", pero debería investigarse hacia atrás quiénes, por deshonestos, por ineptos o por poco diligentes, no previeron o dejaron que estas situaciones ocurrieran.
Hasta los falsos exonerados políticos deben estar muy molestos porque en comparación, ellos se llevaron y se siguen llevando poco para la casa, y doña Miriam , la ex-señora, la de la sufrida pensión de cinco millones de pesos, debe estar in-dig-na-da.
José Luis Hernández Vidal
Doble estándar ético
La desfachatez y descaro conque los políticos abusan y se ríen de los ciudadanos no tiene límites. El último chiste de algunos se titula: "Debemos levantar el estándar ético de la política", y lo dicen con tal histrionismo que les creemos y nos sentimos felices de que al fin, los políticos adoradores de don Soborno, Cohecho y Coima o quienes hayan violado la ley y la moral pública y privada, desaparecerán de los gobiernos y del Parlamento.
La verdad es que este chiste de doble sentido, o más bien dicho, de doble estándar ético, lo usan como monserga los parlamentarios que están postulando a la Presidencia y al Parlamento. Con una naturalidad y sinvergüenzura increíble: ocupan ilegalmente el dinero y el tiempo, que se les paga para que cumplan su función parlamentaria, en sus personales campañas políticas.
La única forma que tendría la ciudadanía para eliminar a los chistosos delincuentes de la política, es a través de permanentes y masivas movilizaciones de protestas, complementadas con el acto digno y moral de escribir en el sufragio: "No voto por corruptos".
Con seguridad, los votos que lleven esta leyenda, sumarían mayoría en las elecciones. Toda otra medida es música.
Dr. Jaime Manuel Ojeda Torrent
Pensiones II
El proyecto de pensiones presentado por el gobierno es otra venta de humo. Un asunto apurado, a meses de terminar la administración y que no entiende el fondo del problema de las pensiones. ¿Para qué crear un organismo estatal? ¿Para darle más pegas a los apitutados de siempre? Basta de tonterías, por favor.
Paola Castillo
Impuestos y el voto
En el fragor de las campañas políticas y el continuo asedio para obtener el voto de los electores, éstos se aletargan en un factor fundamental: los elegidos administrarán el erario nacional, que proviene de las cargas impositivas a los ciudadanos.
Considerando el Iva, Impuesto a la renta, Contribuciones y otros, se puede decir que entre el 20 y el 25% de los esfuerzos y energía de la fuerza laboral del país se les entrega a los políticos para que la administren con probidad y sin dilapidar en beneficio de aquella.
Sin embargo, a vista y paciencia de todos, se observa que un alto porcentaje de los impuestos se reparte en medidas populistas bajo los conceptos de solidaridad, gratuidad y subsidiariedad a costa de los propios trabajadores.
Antes de votar se debe conocer a los candidatos que defenderán y distribuirán equitativamente la cuarta parte de nuestros esfuerzos, que equivalen a tres meses de sueldo al año, 10 años de nuestra vida laboral o a $50 millones de un salario de $500.000.
Marcos Concha Valencia