Willy Briceño Romero
Si bien, los premios no son tan tentadores como los que se entregan en algunos minicasinos de Antofagasta, que incluyen incluso autos cero kilómetro para lograr captar el interés de sus clientes en participar en los sorteos que organizan en forma periódica, en Calama han proliferado como por "arte de magia" los denominados minicasinos o salas de juegos de azar en el último tiempo.
Algo que se puede observar con un rápido recorrido por el sector centro de la ciudad, donde, a lo menos, funcionan diez de estos locales comerciales en el perímetro comprendido por las calles Abaroa, Vargas, Ramírez y Vivar.
La creciente competencia de estos establecimientos comerciales ha obligado a desarrollar distintas estrategias de marketing por parte de sus propietarios, con la finalidad de fidelizar a sus clientes, con premios que van desde televisores de pantalla plana a premios en dinero en efectivo que son anunciados al ingreso de los locales, y posteriormente por los encargados de animar al interior de estos.
Esto, además de algunos premios de gran interés que disponen algunas máquinas , que aún no han sido superadas por la habilidad de los asiduos concurrentes a este tipo de locales que podrían graficarse como de azar o de probabilidades.
Pero también cuentan con el tradicional juego del ciclón millonario, donde una persona ingresa a una especie de cabina que desata un fuerte viento para impedir que pueda recoger la mayor cantidad de dinero en determinado tiempo, que era propio de los programas de televisión de antaño.
Cabe mencionar que estos minicasinos cuentan con varias máquinas de azar para el uso de los seguidores, los cuales tampoco abren las puertas muy temprano en la mañana, ya que ellos saben que sus potenciales clientes comienzan a llegar en mayor número por la tarde.
Máquinas electrónicas
Por regla general, las máquinas electrónicas que pagan premios en dinero en efectivo se consideran de azar y, por lo tanto, solo pueden ser explotadas en los casinos de juego autorizados.
Si hasta ahora los recintos de este tipo habían logrado eludir la normativa bajo el argumento de que corresponden a juegos de destrezas, las cosas comenzaron a cambiar tras el pronunciamiento de la Contraloría General de la República en diciembre de 2016 que dejó en manos de la Superintendencia de Casinos y Juegos (SCJ) la determinación acerca de que estas máquinas entran en el rango de azar o destreza.
La SCJ está clara que algunas municipalidades están cumpliendo con este dictamen, al no renovar las patentes de estos locales comerciales que representan una atracción para un grupo de personas que incluso en algunas ocasiones apuestan hasta lo que no tienen, con la esperanza de concretar un premio millonario que les permita salir de las precarias condiciones económicas en las que se encuentran en dicho minuto.
Esta situación es tema de conversación al interior del concejo municipal de Calama, tanto es así, que la concejala Dinka López solicitó hace un mes atrás, en una reunión ordinaria, antecedentes relacionados con dicha temática, en cuanto al número de patentes otorgadas para el funcionamiento de estos locales comerciales en la capital de la provincia El Loa. Información que a la fecha aún no ha sido entregada.
López planteó que este tipo de locales comerciales traen problemas aparejados de delincuencia en el entorno, algo que han denunciado los propios locatarios de otros rubros que están instalados en estas arterias de la ciudad.
Período anterior
La concejala dijo que durante el período del alcalde Esteban Velásquez, se realizaron una serie de denuncias, incluso se siguieron instancias judiciales, a las cuales tampoco han recibido respuesta de parte del asesor jurídico del municipio local.
En forma reciente, tras dialogar con el jefe de finanzas del municipio de Calama, Ernesto Mancilla, se informó que todos los antecedentes están en poder del asesor jurídico del municipio, Carlos Ávalos, el que de acuerdo a los requerimientos de los concejales debería de estar entregando el informe respectivo a los ediles en el concejo municipal hoy lunes 4 de septiembre.
Nueva ordenanza
A mediados de agosto, la municipalidad destacó que a partir de la creación de la nueva ordenanza, que podría estar activa a partir de octubre, esta situación podría comenzar a regularizarse.
Dejando establecido que el municipio sólo tiene la capacidad de entregar patentes para el funcionamiento de juegos electrónicos, mientras que los juegos de azar no tendrán la habilitación para su funcionamiento, los que en su mayoría están ubicados en el sector centro de Calama.
No debemos de olvidar que en 2013 la comuna contaba con 27 patentes de este tipo, de las cuales 15 correspondían a locales que funcionaban en el casco central de la ciudad.
Pero se inició una contra activa por parte del municipio que permitió clausurar varios de estos establecimientos comerciales, lo que originó que los dueños iniciaran acciones legales que le fueron adversas en 2015, quedando establecido por el concejo municipal que el funcionamiento de estas máquinas deberían corresponder a destreza y no al azar como establece la Contraloría General de la República en el dictamen que entrega dicha regularización a la Superintendencia de Casinos y Juegos.
Dictamen de la Contraloría
En diciembre de 2016 la Contraloría emitió un dictamen que exige a las municipalidades solicitar a los empresarios un informe de la Superintendencia de Casinos yJuegos SCJ donde acredite que las tragamonedas no son de azar.
Asimismo, el pronunciamiento detalla que en el caso que este organismo regulador establezca que se trata de una máquina de azar, la municipalidad deberá abstenerse de otorgar la patente solicitada.
10 minicasinos existen a lo menos en el perímetro del casco central de Calama, muchos de los cuales no cuentan con la patente correspondiente.
2016 la Contraloría emitió un dictamen que restringe aún más el funcionamiento de estos minicasinos, sin embargo ello no ha conseguido que desaparezcan, más bien han aumentado.
2015 se ordenó al municipio por parte de la Contraloría reformular la ordenanza que rige a este tipo de locales comerciales, situación que hasta la fecha no se ha concretado.