Valparaíso, proyecto fallido
Nos enteramos con sorpresa de la asignación de nuevos recursos del Servicio de Cooperación Técnica (Sercotec) a Valparaíso, para barrios comerciales; y de la Subsecretaría de Desarrollo Regional (Subdere), con el plan de recuperación de barrios patrimoniales. Estos últimos, creo, ya habían sido asignados con anterioridad y la histórica ciudad no estaba contemplada, por lo que es altamente sospechoso el modo en que esto aconteció, lo que representa una injusticia estructural que debiera hacer reaccionar a las otras localidades, inclusive de la Quinta Región.
Valparaíso se ha caracterizado por el mal uso de los recursos asignados por el Estado, como el plan de recuperación urbana que funcionó hasta hace algunos años, además de las glosas presupuestarias en tiempos de Piñera, junto con ser sede del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes y toda la faramalla patrimonialista que implica.
Como habitante de la ciudad soy testigo de la impostura de un enclave urbano que ha sido paradojalmente elegido, por alguna razón oficial, como referente cultural y simbólico sin que haya una base sólida para sostener dicha arbitrariedad; más aún, muchas localidades de Chile podrían competir como referente cultural y que, además, necesitan tanto o más que Valparaíso dichos recursos.
Muchos actores culturales que hemos desarrollado nuestro trabajo cultural en la región hemos padecido negativamente la hegemonía de la ciudad puerto, identificada como una especie de hoyo negro por donde se pierden infinidad de recursos.
Este proyecto de desarrollo fallido que es Valparaíso ha dañado a la región y al mismo país, es, más aún, parte del centralismo endémico que padecemos. Es como si la Región Metropolitana hubiera decidido apostar por una regionalización cercana, en el territorio aledaño para no ir más lejos, como una estrategia perversa políticamente.
Porque diseñar una zona de juerga a la que se le agregan señales turístico culturales, utilizando patéticamente el modelo Barcelona -guardando las proporciones -, es una pretensión que debiera tener fecha de término.
Se pueden rescatar iniciativas muy loables de inversión, incluida la gentrificación que, en parte, es lo único que sostiene una cierta imagen de sostenibilidad.
El Parque Cultural, por otra parte, como uno de los espacios símbolo de esta ciudad trunca, fuera de ser una especie de centro de eventos de la ferialidad diversa y dispersa, no ha logrado constituirse en un centro de producción y promoción del arte contemporáneo y menos en un espacio abierto a la comunidad en un sentido no manipulatorio o abiertamente populista.
Ni siquiera Valparaíso es un centro de producción artística importante, más bien es la cuna del arte amateur y del voluntarismo político cultural de grupos que ocupan la cultura para el desarrollo de proyectos particulares y de negocios políticos.
Es fundamental que las autoridades tomen cartas en el asunto y hagan las reparaciones correspondientes, porque es muy odiosa esta injusticia en la repartición de recursos. Todos sabemos que Valparaíso se merece una mejor suerte, pero no a costa de la pauperización del resto de las regiones y de los pueblos efectivamente abandonados del país.
Marcelo Mellado
"Es la cuna del arte amateur y del voluntarismo político cultural de grupos que ocupan la cultura para el desarrollo de proyectos particulares y negocios políticos""