Aunque nuestra región no tiene tantos caminos básicos como las regiones del sur, los que existen son largos y de difícil trayecto, pero claves para la integración de pequeñas localidades que sobreviven en nuestra zona.
De allí la importancia de los primeros mil kilómetros asfaltados de caminos básicos en la región, lo que abre una gran oportunidad para numerosos poblados de mostrar sus bondades, de tener una reactivación y de poder seguir en la búsqueda de potenciarse turísticamente.
Es así como varios pueblos ancestrales hoy tienen sus rutas pavimentadas en un proceso que se realizó durante los últimos cuatro años.
Río Grande, Ascotán, Cámar, Talabre, Chiu Chiu, Lasana, Ollagüe, Peine, Socaire, entre otros, ya tienen sus caminos alfaltados, lo que además permite una mejor conectividad entre ellos.
Recordemos que cuando comenzaron a construirse las doble vías concesionadas, por las cuales hay que pagar un valor que incluye la mantención de éstas rutas, permitió liberar dineros estatales para poder mejorar los caminos secundarios.
En el caso de nuestra región se espera que a fines del próximo año estén todas las rutas básicas pavimentadas, para permitir una mejor conectividad y a la vez que los habitantes de esta zona puedan conocer lugares que antes eran inaccesibles.
Los tiempos de traslados mejorarán notoriamente y ello facilitará que los lugareños puedan acceder más fácilmente hasta Calama para poder realizar trámites y gestiones.
El mejoramiento de las rutas básicas es un gran paso para avanzar en el desarrollo de la provincia El Loa, y permitir la incursión de nuevos proyectos. Lo mismo ocurrirá con algunos trabajos de conexión de rutas como Turi- Cupo- Taira y Estación San Pedro; y Paniri y Conchi Viejo.
El desafío ahora es sacar el mayor provecho a estos caminos y llevar otros servicios básicos a estas localidades que con una buena planificación podrían tener una reactivación poblacional y económica.