Hoy es un día histórico para el país, porque debuta el sistema proporcional en las elecciones parlamentarias, y lo convierte en un proceso inédito diseñado para hacer más democrática la forma de elegir a las autoridades.
La llegada de este sistema obligó a redefinir los distritos y el tercero, que ayer fue El Loa y Tocopilla, hoy creció y ocupa todo el territorio perteneciente a la Segunda región. En esa vasta extensión los electores podrán elegir a 5 representantes a la cámara baja de un abanico de 39 postulantes.
Obviamente que este redistritaje y la cantidad de postulantes ha confundido a los votantes quienes deben moverse entre una amplia gama de candidatos, muchos de ellos sin mayores referencias, por pertenecer a otras comunas o representar a sectores políticos más pequeños.
Pero esa dificultad no debiera ser motivo suficiente para restarse de estas elecciones que quiéranlo o no, sirve para elegir a quienes tendrán como misión definir el destino del país, porque no sólo están las parlamentarias, también las presidenciales.
Este cambio busca aumentar el número de votantes, al entregar mayores posibilidades a las colectividades más pequeñas e independientes, y revertir la tendencia al alza que marca la abstención, la que en las municipales llegó a un 70 por ciento en la provincia.
Precisamente ese es el desafío que se plantearon los políticos, quienes han reiterado su llamado para que los electores cumplan con su deber cívico y no se queden en sus casas mientras algunos toman las decisiones.
A este llamado se sumaron otras autoridades quienes ven con preocupación como crece el desgano y la indiferencia con los deberes ciudadanos, cuya instauración costó décadas.
Hoy las condiciones para que se pueda ejercer el voto son las óptimas con claras señales democratizadoras que permite sentirse representado y con las facilidades propias para que puedan llegar con tranquilidad a sufragar, y con ello retomar la antigua fiesta de civilidad que caracterizó a Chile