En el último tiempo se ha construido un importante número de viviendas, pero pese a ello la demanda no termina y se pueden detectar a personas que llevan años esperando la suya.
En marzo del 2018 se espera que 3.304 familias de Calama que pertenecen a comités de viviendas alcancen el tan ansiado sueño de un terreno o un proyecto habitacional en construcción.
Este es un paso importante, porque se busca equilibrar el número de subsidios que se entregaron en otro tiempo, con una cantidad importante de casas construidas y así reducir esa lista de espera que se fue incrementando con los años.
En este año, alrededor de mil familias ya han alcanzado el sueño de la casa propia, pero aún las listas siguen creciendo y muchos hogares hacen los esfuerzos por cumplir con todos los requisitos como puntaje y ahorro de dinero, pero aún así no logran alcanzar este preciado bien.
Será necesario revisar al extremo los procesos, los caminos por los cuales muchas familias buscan la casa propia y el cumplimiento de los requisitos, para que realmente el sistema opere con la mayor justicia posible, sin pasar a llevar a quienes siguen esperando y teniendo una real necesidad de una vivienda.
Y decimos esto, porque hace un tiempo se detectaron villas sociales entregadas con varias propiedades sin ocupar, lo que demuestra que no existía una urgencia por obtenerla.
En el último tiempo ha existido una frenética búsqueda de terrenos y con acuerdos conjuntos con Bienes Nacionales se ha podido avanzar en esta línea, lo que ha permitido que el Serviu ya tenga 16 hectáreas del sector Topáter para llevar adelante sus proyectos.
Además se debe también trabajar en la búsqueda de constructoras que quieran hacer estos proyectos de viviendas sociales, porque en las últimas licitaciones hubo problemas para encontrarlas.
Al parecer la población y la demanda es mayor que la oferta, pero también es necesario precisar que falta la construcción de viviendas para clase media y emergente, lo que reduce las opciones para los ciudadanos de El Loa.