Abusar contra alguien más débil
La violencia contra la mujer no disminuye en Calama y se requieren acciones de mayor efectividad. No está siendo suficiente asistir a las mujeres que ya son víctimas, hay que adelantarse y buscar intervenciones que ayuden antes de que las relaciones se deterioren.
Resulta impensado que alguien abuse de una personas que es más débil o esté en desventaja de condiciones, salvo que sean delincuentes; pero la realidad es que cientos de personas abusan a diario en contra de niños y mujeres, sin serlos, pero su acto se convierte en más que un abuso: un delito.
Y en Calama las cifras de violencia intrafamiliar contra mujeres no cesa, siguen disparadas y hasta septiembre de este año se registran 959 denuncias que llegan a través de diversos organismos que velan por la seguridad de las personas.
No es una buena cifra, pera más allá de este número, debemos reflexionar cómo podemos detener estos hechos, qué hay que hacer para que no ocurran, por qué hay hombres que terminan por abusar física o sicológicamente de una mujer.
Aunque en nuestra ciudad hay hartos esfuerzos por asistir a las mujeres víctimas, debieran implementarse más planes para asistir a hombres violentos, para que puedan cambiar su comportamiento.
Se debieran buscar los mecanismos para llegar oportunamente a familias, matrimonios, parejas que comienzan tempranamente con hechos de violencia, y que trascienden a través de amigos, conocidos o por testigos de estos hechos, pero pocas veces por las víctimas.
Para ello, se requieren profesionales que puedan abordar y hacer un seguimiento a estos problemas, abordando tanto al victimario como a la víctima.
No hay día en Calama en que alguna mujer no sufra una agresión, algunas casos muy cercanos al femicidio y otras producto de una mala convivencia.
En la actualidad se ha detectado que la violencia comienza en el pololeo, pero afecta principalmente a mujeres entre los 18 y 49 años de edad. Y aún, cuando hoy existen varias herramientas para hacer frente a este problema, parece no ser suficiente para ponerle un freno a estos actos de violencia.
Cuando el temor invade a las víctimas, se debe buscar ayuda rápidamente, porque claramente el respeto se ha perdido, quedando expuestas a sufrir en cualquier momento situaciones que pueden poner en riesgo sus vidas.