L a Fiscalía junto a la Sección de Investigación Policial (SIP) de Carabineros indagan el contexto y los pormenores acerca de un accidente, que mantiene a un niño de un año y siete meses en riesgo vital en el Hospital Regional de Antofagasta, tras caer desde un segundo piso.

El menor, que se encontraba en compañía de sus padres y que viven en un cité de calle José Santos Ossa, jugaba bajo la mirada de sus progenitores y tras un descuido de ellos, salió desde la habitación y por circunstancias que están siendo indagadas, cayó al vacío provocándose serias lesiones que hicieron necesario su traslado al centro asistencial del vecino puerto.

Dentro de las primeras diligencias hechas por el equipo de la Sección de Investigación Policial, se logró establecer que el pequeño cayó desde una altura de 2 metros con 60 centímetros. Además, sobrepasó una barrera que no contaba con medidas extras de seguridad para niños, lo cual facilitó que se precipitara al vacío tras el descuido de sus padres.

De acuerdo al relato entregado por los jóvenes padres, ellos comían mientras compartían junto al niño y bastó sólo un pequeño descuido para que el menor saliera de la pieza en que habitan al interior del cité, y sólo se percataron de la ausencia del menor cuando sintieron el grito que el pequeño efectuó al desencadenarse la tragedia que mantiene en vilo a sus familiares.

Pablo Orellana G.

Como Eduardo Antonio Araya Moscoso (30) fue identificado el joven conductor que ayer murió, de forma instantánea, tras impactar su vehículo contra un camión en la ruta B-25, a sólo 300 metros del control de Carabineros que se encuentra en sector sur de la ciudad.

A eso de las 18 horas de ayer, personal de Bomberos y Carabineros, fueron informados del accidente, debiendo concurrir al lugar personal especializado en rescate, la Sección de Investigación Policial (SIP) de la policía uniformada como también la Sección de Investigación de Tránsito (SIAT).

Impacto

De acuerdo a la versión de un testigo- el conductor de un camión- el automóvil en que se trasladaba la víctima, lo hacía de forma zigzagueante por la ruta de norte a sur y pese al intento de otro camión por esquivarlo y detenerse, el vehículo menor lo impactó a pesar de intento por evitar la colisión.

"Serán las pericias y la investigación de la SIAT, las que deberán determinar las causas exactas que provocaron este lamentable hecho, y de forma preliminar no se puede establecer con precisión a qué se debió esta colisión", explicó sobre el accidente el comisario de Carabineros, Alejandro Villablanca.

El comandante de Bomberos, Eduardo Martín, agregó que "debido a la fuerza del choque se hizo necesaria la utilización de equipos de extricación para remover metales y las estructuras del vehículo menor y con ello poder retirar el cuerpo del joven malogrado".

Al lugar del accidente llegaron familiares y amigos de la víctima donde constataron la tragedia ocurrida, desatando conmovedoras escenas de dolor al conocer la pérdida de Eduardo Araya Moscoso.

Investigación

Será la Sección de Investigación de Accidentes de Tránsito la encargada de determinar y precisar el motivo del accidente en la ruta B-25, la que suma a su segunda víctima en este año, en el tramo que comprende al ingreso sur a Calama, luego que, el pasado junio, otro conductor perdiera la vida luego de impactar su vehículo contra un bus interprovincial a sólo kilómetros de donde ocurrió ayer el impacto entre el vehículo menor y el camión de carga que regresaba a la localidad brasilera de Santos.

La mañana de ayer, personal del Servicio Médico Legal (SML) de Calama efectuó la autopsia al cadáver encontrado la mañana del sábado en un canal de regadío, y que generó una expectación luego que no pudiera ser identificado en ese momento.

Hecha la necropsia el cuerpo fue identificado como Pedro Labra Quispe de 59 años, quien se encontraba en estado de indigencia y habitaba el sector cercano a la comunidad indígena Chunchuri, punto donde se cobijaba y pasaba la mayor parte de su tiempo.

Los exámenes post mortem revelaron que Labra Quispe padecía de una neumonía, y confirmó, además, que en su muerte no hubo intervención de terceros y que murió luego de caer al canal y quedar sumergido producto del golpe que lo dejó inconsciente y lo sumergió bajo el torrente del cauce.

Hipótesis

Una de las hipótesis que se barajan acerca de la muerte de Pedro Labra Quispe guarda relación con el consumo de alcohol, el cual lo habría hecho perder el equilibrio cuando intentaba saltar el canal, lo que derivó en una caída al interior de la acequia perdiendo el equilibrio y sumergiéndose en el caudal y sin que nadie se percatara de lo ocurrido.

Casos parecidos a este ya se han producido en Calama. Uno de ellos, en 2016, fue el que afectó a otra persona en situación de indigencia, un adulto que trabajaba en un supermercado de avenida Grecia, y que fue encontrado en un sitio eriazo -cercano al Juzgado de Familia- luego de caer y golpearse la cabeza contra el suelo y que le quitó la vida tras haber estado consumiendo alcohol.

Residentes del sector donde fue encontrado Labra Quispe esperan que este lamentable hecho sirva para que las autoridades pongan una mayor atención con la presencia de personas que viven en la indigencia y se trasladan hasta puntos rurales, como el de Chunchuri y el sector de La Cascada, puesto que podrían estar expuestos a este tipo de situaciones u otros riesgos asociados al consumo problemático de alcohol, y que los podría precipitar a trágicas muertes.

Se espera que en las próximas horas aparezcan familiares de Pedro Labra y retiren el cuerpo desde el Servicio Médico Legal, y con ello sellar el triste desenlace que tuvo tras abrazar la indigencia, la soledad y un estilo de vida que lo acompañó hasta morir.