El ciclismo siempre ha tenido a destacados exponentes quienes sumaron galardones para la ciudad montando una bicicleta. Desde estas tierras han salido competidores que cosecharon triunfos internacionales y fueron dignos embajadores deportivos del país.

Esta cuna pedalera se mantiene hasta nuestros días, tal vez sin los grandes nombres de antaño, pero con figuras jóvenes que de promesas pueden transformarse en competidores de elite en el corto tiempo.

Sin duda, que la condición de altura y la magia del desierto-oasis invita a la actividad pedalera y esto explica que cada vez surjan más practicantes y no sólo de las disciplinas tradicionales también otras derivaciones como las del mountainbike y cross country.

Y es que en el último tiempo estas variantes ciclísticas han sumado una gran cantidad de adeptos, quienes partieron como una forma de mantenerse en forma y disfrutar de la vida al aire libre. Pero con el correr de los años han evolucionado y crecido organizando competencias con los más altos estándares de seguridad y con masivas participaciones.

Una muestra de ello es la denominada "Sendero Río Abajo", integrada al programa aniversario de Calama, que se desarrolló durante el fin de semana y que reunió a competidores de Calama y de toda la zona norte, quienes cumplieron un difícil trayecto de 40 kilómetros (damas) y 55 kilómetros (varones) entre parajes de desierto y oasis.

La definición del recorrido, el trabajo de los señaleros y los puntos de hidratación en la ruta, estuvieron a la altura de una competencia que puso en carrera a 350 participantes que extremaron esfuerzos para cumplir el exigente recorrido y responderse a ellos mismos.

No hay duda que Calama tiene las condiciones naturales para seguir desarrollando el ciclismo en todas sus fases. Está la materia prima y lo más importante el entusiasmo de los habitantes de la provincia tanto niños, jóvenes y adultos, lo que otorga un buen presagio para el futuro de la actividad.

Luego que los niños regresan a casa del jardín o colegio, se pueden aprovechar los tiempos libres para mantener a los niños entretenidos y, de paso, ayudarlos a estimular su lenguaje.

La tarea no es fácil, más cuando se está en un mundo mediático y se busca el éxito en hitos fundamentales del desarrollo de los pequeños como es precisamente el lenguaje.

La televisión y los juegos de video son herramientas que toman gran protagonismo ya que los mantiene "tranquilos" por largos periodos de tiempo.

Sin embargo, no es lo mejor, lo ideal es restringir el tiempo que pasan los niños frente a la pantalla a máximo dos horas al día, así como también seleccionar el tipo de programación.

Busquemos programas o series de índole educativa o bien una película (adecuada para la edad), para que podamos discutir y comentar de manera posterior.

Incentivemos a que nos cuente de que se trataba la historia, que pasaba con el personaje principal y como terminó. Así estaremos estimulando el discurso narrativo, la memoria y la expresión oral.

Leer o contar cuentos. Estos pueden ser obtenidos fácilmente desde internet o bien, sea usted quien los invente. Puede utilizar títeres o algún muñeco de preferencia de su hijo para narrar la historia, de esta manera asegurará atención y será divertido para él.

Podemos invitar a los niños a participar en la preparación de alguna de las comidas del día. Pidámosles que nos acompañen al supermercado o a la feria y que "escojan" los ingredientes necesarios.

Es importante recordar, que al momento de cocinar siempre hay que asignarles tareas que no contemplen uso de fuego o cuchillos.

Con esto favoreceremos principalmente el aumento del léxico, la estructuración de oraciones y la capacidad de realizar actividades secuenciadas.

Francisca Jerez,

Académica Escuela Fonoaudiología U. Andrés Bello