Como lo ratifica el dicho: "lo que abunda no daña". Por lo tanto, parecen inexplicable las críticas generadas de algunos sectores políticos porque el gobierno ha conformado una Comisión por la Infancia y ha invitado a representantes de diferentes sectores a participar.
Las discusiones planteadas se han dado más por la forma que por el fondo, y donde han surgido acusaciones de "incautos", "la cocina del Presidente Piñera" y otras que rechazan la conformación de esta mesa.
Es verdad que este tema se resolverá finalmente en el Congreso, pero es necesario poder recoger todas las posiciones y soluciones a este grave problema del maltrato y abandono que sufren muchos niños que hoy estas en manos de Hogares subvencionados por el Estado.
El encuentro se ha dado en dos direcciones. Primero, buscar soluciones inmediatas con recursos que posea el Estado para mejorar las atenciones en estos centro de internación; y segundo, trabajar en propuestas que más tarde serán presentadas al parlamento, además de otras iniciativas que hay en torno al tema.
Ponerse a discutir políticamente por la Infancia
-que requiere soluciones rápidas y especializadas- no es el camino, y habla muy mal de algunos sectores políticos.
Aquí se requiere de soluciones que entregue las medidas necesarias para corregir el problema y terminar con una cadena de muertes de niños inocentes, y que el sistema no pudo prestarles ayuda.
El propio Presidente Piñera, recalcó que se busca recoger incluso las medidas impulsadas por el Gobierno anterior de la Presidenta Bachelet.
Creo que nadie que representa a sectores de los poderes del Estado, podrá estar en desacuerdo que en este tema se requieren consensos y no divisiones.
Bajo esta premisa se debe trabajar en esta materia tan importante para un sector del país, y lo mismo debería ocurrir con otros grandes desafíos como la Salud, la Educación y la previsión que serán discutidos más adelante.