Los seis hitos patrimoniales dignos de poner en valor en la capital loína
CUALIDADES. Experto analizó características históricas locales que vale la pena preservar.
El Día del Patrimonio Cultural se celebra desde el año 1999 en Chile, específicamente el último domingo de mayo. Es una actividad coordinada por el Consejo de Monumentos Nacionales, la que tiene como finalidad que la ciudadanía disfrute y conozca bienes tangibles e intangibles con una significativa relevancia, los que son traspasados de generación en generación.
En Calama, hay varios tipos de bienes que son patrimoniales, que son en definitiva la herencia que ha quedado de la historia en situaciones de carácter arqueológico, geológico o humano en el pasado.
Por las características geográficas que tiene Calama, cumplió un rol fundamental dentro de la ocupación del desierto y la presencia del hombre. Fue un ente regulador entre las movilidades que se produjeron en la Prehistoria entre los grupos humanos que habitaban el litoral con las zonas centrales, regiones altoandinas y áreas del Amazonas.
Las condiciones de carácter ecológico y medioambientales se han mantenido en un proceso que ha durado miles de años.
"Calama, desde su Prehistoria, alrededor de 10 mil años de antigüedad, ha contado con grupos humanos que se sedentarizaron en estos valles y comenzaron a desarrollar actividades con cualidades propias, que convergen con las de otros grupos humanos que habitan en otros puntos del territorio. Acá hubo culturas únicas, que recién se están comenzando a estudiar y que nos hablan de ese pasado, lleno de actividades y movilidades que caracterizaron al desierto chileno", manifestó el director del área Patrimonio y Museos de la Corporación de Cultura y Turismo de Calama, Osvaldo Rojas.
El experto en Patrimonio destacó seis hitos patrimoniales de la capital provincial loína, los cuales vale la pena preservar, cuidar e incluso restaurar si fuese necesario.
Sitios arqueológicos y restos de fósiles El milagro del agua en el desierto
El experto también destacó lo que denominó "el milagro del agua", porque existiendo el vital elemento, comienza a desarrollarse la vida. "Esta cinta de agua que es el Río Loa, en su entorno ha producido vegetación y habiendo vegetación, se producen las condiciones óptimas para el desarrollo humano. Esto está acompañado de una ganadería incipiente y una agricultura básica, son muy significativas respecto de la vida del hombre en el desierto", aseguró Osvaldo Rojas.